El mundo da el último aplauso a Nadal

DEPORTES

JUANJO MARTIN

España abre este martes en Málaga ante los Países Bajos la fase final de la Davis, en la que se retira, a los 38 años, el mito, con la duda de qué papel desempeñará en un evento con formato a tres sets

18 nov 2024 . Actualizado a las 21:30 h.

El mundo prepara, ahora sí, el último aplauso a Rafa Nadal (Manacor, 1986), el gran señor de la tierra batida, el hércules de los 14 títulos de Roland Garros, el camaleón que acabó rindiendo en todas las superficies para celebrar 22 grand slams y, también, el gigante roto por las lesiones que le privaron de pelear por otros 17 títulos de la máxima categoría. Con 38 años, y consciente de su bajón en las últimas temporadas, eligió la fase final de la Copa Davis, que este martes comienza en Málaga, para su despedida. La Copa del Mundo de tenis también colorea el álbum de fotos de su trayectoria irrepetible. Siendo un crío, llevó en Barcelona la bandera española del equipo en el año 2000, el del primer título; luego, poco después de cumplir los 18 años, contribuyó a la victoria en Sevilla sobre Estados Unidos, con un triunfo fundamental sobre Andy Roddick; y más tarde, aunque no siempre se declaró disponible para la cita por países por aquello de cuidar el cuerpo y aligerar el calendario, participó en otros cuatro títulos más (2008 con final en Mar del Plata, 2009 en Barcelona, 2011 en Sevilla y 2019 en Madrid).

«Se acaba una época. Llevo muchos años y entiendo que mucha gente ha crecido viéndome jugar, pero es parte de la vida misma y ahora me toca a mí», comentó este lunes Nadal para relativizar un evento que, con su presencia, paraliza el mundo del deporte. Trata de devolver el valor que tiene a la lucha por la Davis, en la que España debuta hoy ante los Países Bajos (17.00, Movistar+) en cuartos, en un formato de dos individuales y un dobles, todos al mejor de tres sets sobre pista dura.

«No estoy aquí para retirarme, estoy para ayudar al equipo. Es mi última semana, pero es una competición por equipos, y lo más importante es ayudar, estar todos centrados y hacerlo bien. Los rivales y las condiciones son difíciles. Las emociones son para el final, mientras tanto hay que estar centrado», razona el mejor deportista español de todos los tiempos. Con Alcaraz fijo en el segundo individual, la duda es si el capitán, David Ferrer, elegirá para el otro partido de simples a Nadal o a Roberto Bautista, reciente campeón en Amberes y clave en la fase anterior de la Davis.

«No sé cómo puedo responder o no puedo responder, si es que llego a jugar el partido», concede Nadal, que no disputa un encuentro individual oficial desde julio, cuando cayó ante Novak Djokovic en la segunda ronda de los Juegos de París, y no gana un título desde Roland Garros 2022. En Málaga se ejercita sin molestias, superado un reciente contratiempo en el abdominal. Si no juega el individual, y tras la fallida experiencia de los Juegos formando pareja con Alcaraz, podría disputar el dobles junto a un especialista como Marcel Granollers.

«Llevo unos meses en los que he jugado muy poco en el circuito, por lo que intentaré esforzarme cada día al máximo para llegar lo mejor preparado posible en caso de que esté en la pista», admite Nadal. Cuando el tenis termine, entonará su adiós, cuyo guion todavía está abierto: «No tengo despedida ideal. Los finales de película normalmente son para películas americanas. Hace tiempo que me di cuenta de que no tendría una de estas».

Un rival asequible para este martes

España es clara favorita en el duelo de cuartos de este martes contra Países Bajos. El equipo capitaneado por Paul Haarhuis tiene como principales bazas a Griekspoor y Van de Zandschulp. El primero, a sus 28 años, vivió la mejor temporada de su vida en el 2023, cuando ganó los títulos de Maharashtra (India) en pista dura y de Rosmalen, en su país, en hierba. A sus 29 años, el segundo logró en tierra los dos mejores resultados de su carrera, ambas en Múnich en el 2022 y 2023.

Si gana, España se enfrentará en semifinales con el ganador del cruce del miércoles entre Alemania, sin Zverev, y Canadá, que conserva la pegada de veteranos como Denis Shapovalov y Milos Raonic.

Por lo demás, la Davis celebró en las últimas horas la incorporación de dos jugadores de primer nivel, Berrettini y Álex de Miñaur.

La incorporación de Berrettini hace aún más temible a la defensora del título, Italia, que se enfrentará el jueves con una Argentina a la baja. Australia, con De Miñaur, Alexei Popyrin y Thanasi Kokkinakis, retará a la potente Estados Unidos de Taylor Fritz, Tommy Paul, Ben Shelton, y dos consumados especialistas en el dobles como Austin Krajicek y Rajeev Ram, verdugos de Nadal y Alcaraz en París.

«Sus últimos momentos van a ser súper especiales»

Ganador esta temporada de dos de sus cuatro grand slams, Carlos Alcaraz llega a Málaga como número 1 del equipo español. Y se declara ya recuperado de la enfermedad que le mermó durante el torneo de maestros en Turín, donde cayó eliminado tras la fase de grupos, en la que perdió ante Ruud y Zverev y ganó a Rublev. «Casi me he olvidado del resfriado y estoy casi al cien por cien, mucho mejor de lo que estaba en Turín (...). Estoy preparado para comenzar la competición», asegura el jugador murciano, de 21 años.

Cuando Alcaraz nació, en mayo del 2003, Nadal ya escalaba por la pirámide de torneos de la ATP, y faltaba apenas un año para su primer título, en Sopot, su contribución a la victoria de España en la Copa Davis de Sevilla. Nadal es el ídolo de Alcaraz, y también el jugador del que toma un testigo simbólico desde hace tres temporadas. «Sus últimos momentos en la pista van a ser súper especiales, pero no para mí, sino para todos. Ahora mismo estoy tratando de naturalizarlo; a ver mañana. Las emociones van a estar ahí, así que no quiero ponerme expectativas (...). Pero es una presión para mí, para el equipo y para todos aquí en España», explica Alcaraz. El capitán español, David Ferrer, se reserva sus cartas: «Por el momento no he decidido quiénes jugarán».