Un mariñano a la conquista de América gracias al fútbol sala

Iván Díaz Rolle
IVÁN ROLLE XOVE / LA VOZ

DEPORTES

Pepa Losada

Nacido en Miami y criado en A Mariña, Nicholas López aspira al premio de mejor futbolista estadounidense del 2024 mientras brilla en el Adamo Xove

30 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Las necesidades laborales de su familia argentina llevaron a Nicholas López Castro (Miami, 2002) a nacer en Estados Unidos, mudarse a Madrid a los tres años y a Burela a los ocho. Su lugar natural lo encontró en una cancha de fútbol sala donde ha forjado buena parte de sus amistades y aguarda labrarse una importante carrera. Por el momento brilla en el Adamo Xove y es toda una referencia en la selección de su país natal, con la que jugó la Concacaf y viene de ser nominado entre los tres mejores futbolistas estadounidenses del 2024.

En la página web de la US Soccer están abiertas unas votaciones en las que rivaliza con sus compañeros Luciano González y Robert Damron. «Fue un poco una sorpresa que me escogiesen, pero no importa, es una sorpresa muy agradable», admite un ala zurdo que dio un buen impulso a su trayectoria en apenas 18 meses de exilio en Italia.

Forjado en las divisiones inferiores del Burela FS, donde llamó la atención de las selecciones gallegas, Nicholas dejó el deporte federado al cerrar su etapa cadete por asuntos burocráticos. «Estuve un par de años sin jugar porque no tenía DNI», detalla un chaval que recuperó el tacto con el balón en las filas del Alfoz, de fútbol campo, y se trasladó al país transalpino en enero del 2023, «gracias a la intermediación de un amigo de la familia» y tras firmar 16 goles en apenas 15 jornadas con el Praias de Barreiros en la Tercera División de fútbol sala.

En su experiencia italiana saltó en solo un año desde el Villacidrese, de la cuarta categoría, al Ciampino, de la máxima, con un breve paso intermedio por la Serie B con el Spes Poggio Fidoni. «Fue maravilloso, lo disfruté muchísimo y logré llegar a la Serie A, aunque es verdad que en el Ciampino no tuve todos los minutos que me gustaría porque el entrenador pensaba de otra manera», detalla el futbolista de solo 22 años. 

De vuelta con morriña

Pese a su enorme crecimiento deportivo en Italia, Nicholas decidió regresar a casa el pasado verano. «Decidí volver por mi novia, porque me sentía muy solo. Toda mi familia está en Burela, aquí me siento mucho más arropado», apunta sobre la decisión que precipitó su fichaje por el Adamo Xove, con el que poco a poco se gana galones en el grupo 1 de Segunda B.

«Estoy muy feliz. Tenemos un gran vestuario, con muy buenas personas y un gran nivel deportivo. Lucas es un muy buen entrenador, nos trata muy bien y me ayuda en todo. Intento aportar en todo lo posible, me siento importante y trato de aprender de mis compañeros», explica el autor de 11 asistencias y ocho goles, en 15 jornadas. Entre sus compañeros de equipo en la categoría de bronce, solo Iago Míguez, Matamoros y Renatinho, con nueve dianas cada uno, mejoran su puntería.

«Sería bueno llegar al play off de ascenso. Creo que todavía tenemos mucho que decir», razona el ala zurdo que cerró la primera vuelta con 25 puntos, a nueve de la codiciada cuarta posición. 

Nicholas, en una concentración con la selección estadounidense.
Nicholas, en una concentración con la selección estadounidense.

A las puertas del Mundial

Quizás esa promoción sea el próximo gran reto de un ala zurdo «con la ilusión de llegar y asentarse en la élite» y que el pasado mes de marzo disputó la Concacaf con la selección de los Estados Unidos. «Es cierto que no somos una gran potencia del fútbol sala, pero se está haciendo un buen trabajo y el nivel va subiendo», relata tras un torneo en el que cayeron frente a Panamá en los cuartos de final y se quedaron a las puertas de la clasificación para el Mundial.

«Espero tener más oportunidades», apunta Nicholas, todo un habitual de la selección estadounidense desde septiembre del 2023. La ayuda de su representante, Ernesto Gómez, lo llevó a probar y su zurda es ahora una de las mejores armas del combinado norteamericano. «Habló con el seleccionador de que soy nacido allá, me propuso ir a entrenar y parece que les gusté», cuenta uno de los tres jugadores nominados al MVP del año 2024 en el fútbol sala de Estados Unidos.