
La gallega aseguró el triunfo sobre Brasil en la Billie Jean King Cup venciendo a la número 17 del mundo y hoy peleará por el pase a la final a ocho ante Chequia
11 abr 2025 . Actualizado a las 21:25 h.Con los brazos en alto y un grito de felicidad. Así cerró Jéssica Bouzas Maneiro su primer partido oficial con el equipo nacional absoluto de España. Un gesto de alegría tras 2 horas y 7 minutos de un gran tenis que le valió para superar en tres sets a la actual número 17 del mundo, Beatriz Haddad Maia: 6-3, 4-6 y 6-4 sobre la pista dura del RT Torax Arena de Ostrava. Con este resultado, la jugadora de Vilagarcía de Arousa subía el 2-0 en el duelo con Brasil de la fase de grupos de la Billie Jean King Cup, asegurando la victoria al término de los dos duelos individuales y permitiendo a España aspirar a un puesto en la final a ocho del gran torneo de selecciones nacionales femeninas de septiembre en China. Un billete que se jugará este sábado con la anfitriona de su cuadro, República Checa.
Jéssica Bouzas arrancaba su encuentro con Haddad con el respaldo de haber visto momentos antes a su compañera Sara Sorribes adelantar al conjunto capitaneado por Carla Suárez con un 6-3 y 7-5 frente a Laura Pigossi. No obstante, a la gallega se la vio un tanto nerviosa en el arranque de su debut con España. En diez minutos, la brasileña le endosó un 3-0, concediéndole tan solo tres puntos, incluida una doble falta. Una losa letal para más de una debutante a este nivel y frente a tamaña rival. Para Jéssica Bouzas, un acicate.
Tras el primer receso de un minuto, la gallega imprimió una mayor agresividad a su saque, metiéndole un juego en blanco a Haddad. La súbita reacción noqueó a la jugadora carioca, a la que, a tenor de lo visto en la pista checa, debieron visitar sus fantasmas particulares. Inmersa en una profunda crisis, con solo dos victorias en su haber este año —en el cuadro principal del Open de Australia— y tras haber caído el día anterior con la checa Linda Noskova, 6-4 y 6-0, la brasileña firmó cuatro dobles faltas en el quinto juego, alfombrando el 3-2. Tras el 3-0, Bouzas solo necesitó 13 minutos para igualar el set y 30 para llevárselo al zurrón, encadenando un 6-0 con su poderosa derecha, usada en todas direcciones y ángulos.
Haddad reapareció en la segunda manga, abriendo un nuevo partido a cara de perro. El 6-4 con el que la brasileña llevaba el duelo al tercer set resultó la imagen de una balanza desnivelada por una única rotura de servicio que ponía a la carioca 3-4 por delante.
Por edad, 28 años frente a 22, por mayor experiencia en estas lides y, por supuesto, también por su jerarquía, decimoséptima del circuito profesional, en el que Bouzas ocupa hoy el puesto 69, Haddad contaba sobre la mesa con más bazas para acabar llevándose el gato al agua en el desempate. Pero la suma de la ilusión y un temple inusual en una jugadora todavía corta de kilometraje y sobrada de ímpetu en su juego siempre al ataque premiaron a la gallega. Jéssica le endosó dos juegos en blanco a Haddad para marcar distancias con el 4-2, y un tercero con el que cortó la reacción de su contrincante subiendo el 5-4. Al resto, levantó un 30-0 apoyada en la palanca servida por la brasileña con su novena doble falta de la tarde, para cerrar el marcador con la primera bola de partido.