Antonio Benito, pupilo de Pablo Dapena y Policía Nacional en Lugo, encadena en Pontevedra su segundo título mundial de triatlón largo

Pablo Penedo Vázquez
Pablo Penedo PONTEVEDRA / LA VOZ

DEPORTES

El manchego, vecino de la ciudad de la muralla desde hace ocho años y deportista del Fluvial, se impuso con autoridad en la meta del Centro Galego de Tecnificación Deportiva. La francesa Marjolaine Pierré repitió su victoria el 2023 sin rival desde el segmento de bicicleta

29 jun 2025 . Actualizado a las 17:14 h.

Campeón por aplastamiento. Antonio Benito (Tomelloso, Ciudad Real, 1994) ha revalidado a primera hora de la tarde de este último domingo de junio el título de campeón del mundo de triatlón de larga distancia que un año atrás conquistaba en la ciudad australiana de Townsville. El deportista manchego, subcampeón mundial en el 2023 en Ibiza y desde hace ocho años vecino de Lugo, donde ejerce de agente de la Policía Nacional y compite con licencia del club local, el Fluvial, respondió a las expectativas que recaían en él en la gran cita disputada en Pontevedra. Ante los ojos de su entrenador, el pontevedrés Pablo Dapena, subcampeón de la misma prueba que en el mismo escenario encumbraba en el año 2019 a Javi Gómez Noya como el mejor de la especialidad en un histórico doblete gallego, cruzó la línea de meta del Centro Galego de Tecnificación Deportiva en 5 horas, 33 minutos y 33 segundos. El campeón se volvía a coronar, esta vez, ante los ojos de su padre y en la ciudad donde vive su pareja y tanto ha entrenado.

Martina Miser

Antonio Benito lideró casi la totalidad de la prueba de los 3.000 metros a nado, los 120 kilómetros e bicicleta y los 30 de carrera a pie, sobreviviendo como ningún otro a las durísimas condiciones meteorológicas, con una temperatura de inicio de 22 grados en la salida al agua frente al puente de los tirantes y un 88 por ciento de humedad ambiental, disparándose el termómetro por encima de los 30 cuando los atletas se bajaron de las bicicletas para echar a correr.

Otro español, el barcelonés Guillem Montiel, pareció querer disputarle el dominio a su compatriota en un brillante segmento ciclista donde dio su mejor versión, demarrando en la tercera y última de las vueltas y logrando una ventaja de más de dos minutos sobre Benito y el francés Casimir Moine en la segunda y última de las transiciones del triatlón. El belga Tom Vaelen, integrante del cuarteto que dominó la carrera tras la salida del río Lérez, quedaba ya atrás.

Al final de la primera de las cuatro vueltas al circuito de carrera a pie, Benito adelantó a Montiel. Los problemas físicos con los que llegó a Pontevedra el vigente campeón de Europa de media distancia le costaron poco después su abandono, con la atmósfera infernal por el calor y la humedad extremas acabando de cerrar la pinza sobre Montiel.

El español Guillem Montiel, liderando la carrera en el segmento ciclista
El español Guillem Montiel, liderando la carrera en el segmento ciclista Martina Miser

A partir de ahí, Benito cogió la cabeza de la carrera, para no dejar de incrementar su ventaja sobre los perseguidores que se sucedieron en el segundo puesto. Porque fueron varios los que acabaron muy lejos de donde se les presuponía ya en el último tercio de carrera, como el belga Vaelen, que durante mucho tiempo pareció encaminarse como mínimo hacia la plata, desfalleciendo para ser superado por otros aspirantes con menos fuelle de inicio finalizando décimo. O el francés Moine, que hubo de sumarse a Montiel en el capítulo de retiradas.

Martina Miser

La potencia y el aguante de Benito le permitieron disfrutar en la última vuelta del tramo final de dos kilómetros y medio de carrera a pie por el hermoso casco antiguo de Pontevedra. Atrás, el sufrimiento de un trazado rompepiernas, con subidas y bajadas, y cambios de firme, entre el asfalto y la tierra, bajo un sol de justicia. Andando los últimos cinco metros, el manchego afincado en Lugo se permitió el lujazo de pararse a estrechar manos al otro lado de las vallas de la recta final hacia la meta en el CGTD, y cogiendo la cinta de llegada con las dos manos, dar un brinco en el aire ya cruzado del lado de la gloria de un bicampeón del mundo. Siete minutos y 19 centésimas hubo de aguardar Benito para ver al segundo triatleta del podio, el francés Dylan Magnien (5.40,52). El británico William Draper cerró el medallero masculino con un crono de 5.41,12.

«Ganar aquí es muy especial, porque Pontevedra es como mi segunda casa» 

«Ganar en Pontevedra es muy especial. Pontevedra es como mi segunda casa», declaró Antonio Benito pocos minutos después de finalizar la prueba y antes de subirse al podio a recibir su oro. Y es especial porque, enumeró: «Mi pareja vive aquí. Paso mucho tiempo aquí. Pablo (Dapena, su entrenador) y Javi (Gómez Noya) fueron plata y oro en el Mundial aquí en el 2019. Y me ha venido a ver mi padre». Benito destacó que «sin el apoyo de todos ellos sería imposible que hubiese conseguido esto. Esta carrera va por vosotros». El manchego, agente de Policía Nacional en Lugo, mandó desde meta «un abrazo grande a toda la comisaría, a mis compañeros de turno en especial, y a mis compañeros en la Academia de la Policía Nacional de Ávila».

Paseo triunfal de Pierré 

Y si incontestable fue la victoria de Antonio Benito en la prueba masculina, de escándalo resultó el triunfo de la francesa Marjolaine Pierré. Una de las grandes favoritas, que como Benito, ya es bicampeona del mundo, en su caso, tras haber ganado en la edición planetaria del 2023.

Sorprendió la británica Chloe Sparrow con una actuación superlativa en el segmento a nado, saliendo del agua con dos minutos de ventaja sobre la bielorrusa Maksimava. Pero Pierré apenas necesitó unos kilómetros del trazado ciclista para rebasar a la británica y marcarse una contrarreloj contra sí misma en formato duatlón, para ganar en 6 horas, 15 minutos y 50 segundos. En su caso, teniendo que esperar a conocer a su primera compañera de podio 11 minutos y 22 segundos, los que la separaron de la polaca Marta Lagownik (6.27,12). Otra francesa, Charléne Clavel, se colgó el bronce, en 6.30,48.