
Segundo partido de esta Eurocopa para las jugadoras de Montse Tomé. Segunda oportunidad de poner en evidencia su superioridad. El rival: una Bélgica sin nada que perder. Cuando la presión del resultado desaparece, las posibilidades de dar la sorpresa saltan al terreno de juego. Ese es precisamente el contexto de este España-Bélgica, que puede dar a la selección española la clasificación matemática para los cuartos de final de esta Euro 2025.
España es clara favorita para alzarse con la victoria. De hecho, mi pronóstico apunta de nuevo hacia una goleada española. La vuelta de Aitana Bonmatí al once titular puede aportar mayor velocidad y claridad en el último tercio, una zona que esta selección tiende a frecuentar durante el partido. No espere el espectador una Bélgica atrevida. No fue así frente a una Italia que defendió su gol de ventaja durante toda la segunda parte de la primera jornada. Por eso, ante este nivel de superioridad, a nuestras jugadoras solo les queda una opción: dominar el partido y el marcador como lo hicieron en la primera jornada. Todo lo que no sea eso, será un fracaso. Es el peso de ser favoritas.
Vayamos al partido y tratemos de analizar el juego de ambas selecciones. Hablar de España es hablar de dominio del balón: en el primer choque de esta Eurocopa la selección española fue la que más pases ejecutó (605), y con mayor precisión (89 %). Nada nuevo para una selección que finalizó el pasado mundial con el mismo porcentaje de precisión, siendo el equipo con mayor eficacia de toda la historia de los mundiales femeninos. Más pases no es sinónimo de éxito, es evidente: pero si estos se ejecutan en el último tercio y en el área rival la correlación es mayor, y España también fue la selección con más llegadas a esta zona del terreno de juego. Quizás por eso, los cinco goles marcados a Portugal se marcaron desde dentro del área.
El rival: una Bélgica que enfrenta su única posibilidad de mantener vivas las opciones de clasificación, a la que solo le vale ganar. Si España fue la máxima pasadora de la primera jornada de este campeonato, la selección belga también se llevó su récord: el de faltas cometidas, con 14. Las jugadoras dirigidas por la islandesa Elísabet Gunnarsdóttir saben la receta para parar el juego posicional rival: interrumpirlo. Por eso, la velocidad de circulación será fundamental y Putellas, Pina, Bonmatí y compañía, las encargadas de llevarlo a cabo. La clave del partido estará en los primeros minutos del encuentro. Adelantarse en el marcador será clave. Las favoritas deben demostrar su condición desde el primer minuto.
Iyán Iván-Baragaño es profesor de Fútbol y Estadística en la Universidad Europea de Madrid.