Eurocopa 2025: Ellas tenían razón

Elena Roca

DEPORTES

TIL BUERGY | EFE

24 jul 2025 . Actualizado a las 18:07 h.

Dos millones de personas están siguiendo a nuestra selección en la Eurocopa. Dato cuantitativo no rebatible ante el crecimiento del fútbol en su categoría femenina. Alexia Putellas comenta que «será que tenemos mucha familia», respondiendo con sorna a esos del «pues ahora te va a ver tu familia» que se van quedando desfasados en sus mentalidades machistas. Gracias Alexia, toca placar a estos. Nos alegramos de ver este millonario seguimiento pues el nivel de esta Euro está siendo brutal. Quien gusta del fútbol no puede dejar pasar la ocasión de ver estos grandes encuentros. Recomendable totalmente también para los citados ciegos del fútbol de mujeres; algunos se van a caer del guindo si ven la final del domingo contra Inglaterra.

Debemos agradecer a estas generaciones de futbolistas el gran legado que están dejando para la evolución de su deporte, logrando hitos y plantando cara en sus reivindicaciones laborales. Ellas tenían razón cuando exigieron a la Federación más profesionalidad en los cuerpos técnicos de la selección femenina; un mínimo diría yo. A la vista está que ellas responden con creces a un tratamiento justo, y que lo justo es que no tengan que pensar en nada más que en el juego como hacen en las otras categorías nacionales. Y para muestra, un botón: Aitana Bonmatí y Cata Coll comenzaron la concentración en hospital y enfermería, respectivamente, y han sido las heroínas de la semifinal contra Alemania tras recuperarse gracias a la coordinación de ese staff profesional en sus diversas áreas técnicas, y a su fuerza de voluntad, por supuesto.

Aitana, la mejor del mundo, pateó el golazo de la victoria en la prórroga, por el hueco que dejaba la portera, que venía de ser estudiado con los analistas de vídeo. Cata Coll se estiró y movió ágilmente en varios paradones para salvar goles ya cantados, sobre todo en esa acción a un minuto de llegar a la prorroga que nos habría dejado fuera.

Esperamos esta final de la competición continental con muchas ansias de seguir viendo el juego dominante de España, campeona del mundo. De ver sonreír a esas que tuvieron que luchar para que ahora les den la razón. Pero no podemos rematar sin recordar a nuestra Vero Boquete, o a Jenni Hermoso, quienes, en diferentes etapas, se quedaron por el camino de ser convocadas a costa de convertirse en altavoces por mejoras en un futuro que ahora ya es presente. Orgullosas de vosotras también.