
La estrella en ciernes del Ría de Ribadeo entrena con la selección española U-12 tras conquistar el título gallego alevín con casi 18 puntos por partido
03 ago 2025 . Actualizado a las 16:19 h.Entre las 32 jugadoras de 12 o menos años para las que este verano se han abierto las puertas de la selección española de baloncesto en una concentración en Zaragoza, hay un prodigio gallego que comienza a dar mucho que hablar. Catalina Vázquez Prieto (Ribadeo, 2013) es «la niña que rompió una Liga masculina». «Nos dijeron que eso había llamado mucho la atención en la federación», cuenta José Ramón, su padre, el presidente del Ría de Ribadeo y también entrenador del cuadro alevín que se proclamó campeón gallego de minibásquet bajo el indiscutible liderazgo de la única jugadora de su plantilla.
«Sus compañeros de equipo la tienen como su referente, es la capitana y todo está absolutamente normalizado. Prácticamente son los mismos amigos de la pandilla que juegan pachangas de baloncesto», explica de una estrella en ciernes que también genera admiración entre sus rivales. «En todo el torneo creo que solo había otra chica y, por lo que me dicen, ha sido la primera que se clasifica para jugar el Campeonato de España masculino —lo disputaron el pasado junio en Córdoba—. Los rivales lo llevan con naturalidad y deportividad. Algún entrenador les decía ‘por favor, paradme a esa niña’ y al llegar y verla algunos rivales comentan ‘jolín, está la chica’», detalla.
Casi 18 puntos de media por partido confirman a Cata como el arma más certera de los campeones gallegos de minibásquet alevín y entre los cinco máximos anotadores de la competición, pero sus virtudes van más allá. «No tiene una posición demasiado definida. Es alta, mide 1,72, pero juega más bien de exterior. Ve canasta con mucha facilidad, con el infantil femenino ha hecho partidos de más de 40 puntos, 30 al descanso, rebotea, busca mucho el contacto... Se nota que se acostumbró a jugar con chicos», profundiza José Ramón Vázquez.
También impecable académicamente, Catalina pasará a secundaria «con todo notables y sobresalientes». En la cancha progresa más que adecuadamente. El último curso ha sido el de su confirmación como gran promesa: ya fue la mejor anotadora de la selección gallega en el Campeonato de España celebrado en Cádiz y ahora ha entrenado con las mejores de su generación en el programa de tecnificación FIBA Europe Youth Development Fund.
Disfrutar la experiencia
Con 12 años cumplidos el pasado mes de enero, trabaja las fortalezas y debilidades de su juego con otra chicas de alto nivel en Zaragoza del domingo 27 al jueves 31 de julio. En esa concentración representa al «humilde» Ría de Ribadeo entre joyas del Valencia Basket, el Joventut de Badalona y el FC Barcelona, entre otras instituciones de prestigio y llegadas de grandes ciudades. «Un orgullo», confesaba una jugadora impaciente por saborear «una nueva experiencia» en un deporte que la apasiona desde bien chiquita: «No estoy nerviosa, tengo ganas de disfrutar al máximo la experiencia, hacer amigas y aprender».
«Ni siquiera pasaba por mi cabeza que la selección fuese a llamarme este verano. No sabía que hacían convocatorias U-12», admite Catalina Vázquez, que tampoco da tregua a su amor por el baloncesto durante las vacaciones escolares de verano. En los días anteriores a su marcha a la capital de Aragón participó en un campus de tecnificación. «Durante la temporada entreno tres días con el equipo, pero también echo bastantes partidillos con mis amigos. Jugar al baloncesto me encanta. También me gusta verlo, y analizarlo», destaca la mariñana.
Acostumbrada a doblar partido muchos fines de semana, en la temporada 2025-26 prevé ayudar a los equipos preinfantil masculino e infantil femenino, en el que ya compitió con asiduidad los últimos meses. «Quiero seguir en el Ría de Ribadeo, mejorar, seguir yendo con la selección y llegar lo más arriba posible», destaca una chica a gusto con los compañeros con los que ha compartido el título gallego y el concurso en el Campeonato de España alevín. «Son mis amigos», explica.

«Casi echó a andar en el pabellón», confiesa su padre
Con un padre y una madre que también jugaron al baloncesto y al frente del CB Ría de Ribadeo, era fácil adivinar que Catalina Vázquez Prieto se enamoraría de la canasta. Lo hizo muy pronto. «Casi echó a andar en el pabellón. Fue en él donde se soltó, empezó a correr detrás del balón», rememora José Ramón de una anotadora compulsiva prácticamente desde su ingreso en la denominada escuelita a los cuatro años. «Desde el principio se le notaba que tenía ciertas cualidades. Cogía el balón, empezaba a botarlo corriendo por la banda, tiraba a canasta y nos pedía que se la pusiésemos más alta», apunta.
Su actitud y pasión pusieron el resto para convertirla en la más esperanzadora figura de futuro en el baloncesto gallego: «Es muy autoexigente desde pequeña. Siempre quiere mejorar, trabaja muchísimo y es muy observadora. Se fija en todo, está atenta a todo lo que se explica en los entrenamientos, pregunta cosas para mejorar».
«Con los pies en la tierra», Cata Vázquez aun está lejos de su techo.