Hansi Flick tira de las orejas a los suyos

Daniel Panero COLPISA

DEPORTES

CATI CLADERA | EFE

El técnico del Barça acabó descontento en Son Moix por la falta de intensidad de sus jugadores en la segunda parte ante un Mallorca con nueve jugadores

17 ago 2025 . Actualizado a las 19:57 h.

Hansi Flick no ha cambiado un ápice su filosofía durante el verano. El técnico alemán, fiel a la proverbial disciplina del carácter más puramente germánico, es el mismo que aterrizó en Barcelona hace un año y este sábado dio una vez más muestras de su particular visión del fútbol. Pese a que el equipo culé goleó al Mallorca por 0-3, acabó disgustado por el partido de los suyos y dio un tirón de orejas al vestuario. Está terminantemente prohibido relajarse a lo largo de los 90 minutos. Da igual el marcador, la fragilidad del rival o lo decidido que esté el encuentro. Flick siempre quiere más.

«Son tres puntos importantes, pero no me ha gustado el partido. Tras el 0-2 y dos rojas, creo que el equipo ha jugado al 50 por ciento y eso no me ha gustado. Podemos hacerlo mejor. Teníamos que controlar el balón, el juego y marcar más goles. Hemos de mejorar algunas situaciones», afirmó Flick a la conclusión del partido contra el Mallorca. El germano, que reconoció que «no estaría feliz» con las decisiones arbitrales si fuera del otro equipo, acabó disgustado pese a un triunfo cómodo en el que los suyos fueron netamente superiores.

«Con los primeros minutos estoy muy contento. Por lo que hicimos, por cómo marcamos el primer gol. Estuvo bien, pero al final, por la segunda parte, por cómo terminamos, no estoy contento. Se puede decir que fueron tres puntos fáciles, pero creo que tenemos que estar más centrados y tenemos que jugar al 100 %. Es como cuando tenemos una oportunidad y hay que marcar», incidió en su valoración el preparador de Heidelberg.

Y es que el Barça tenía sobre la mesa todas las herramientas para firmar una goleada con la que marcar terreno en la primera jornada del campeonato liguero. El 0-2 del marcador y las dos expulsiones bermellonas eran una invitación para ir a por más tantos y que los Lamine Yamal, Raphinha, Ferran Torres, Rashford y compañía se llenaran de moral a las primeras de cambio. No fue así. El Barça controló el partido, pero perdió mordiente en mitad de las protestas de Son Moix y frente a un Mallorca que tiró de orgullo para evitar que los culés hicieran sangre.

Este tipo de desconexiones son precisamente uno de los quebraderos de cabeza que ya tuvo Flick en su aterrizaje en Barcelona. El alemán trabajó desde el inicio para frenar uno de los males de la anterior etapa, la de Xavi Hernández, y por eso no le gustó que el equipo se dejara llevar en la isla pese a que el escenario ya era muy favorable.

El Barça no necesita ayudas

Flick no quiso hacer demasiadas valoraciones de la polémica arbitral y se centró en un equipo que antes de que se abriera la caja de los truenos ya había demostrado estar en un gran tono físico. El Barça, once contra once, fue muy superior al Mallorca y evidenció seguir en un gran estado de forma. La presión en campo contrario fue muy eficaz, la velocidad en la circulación fue la de antaño y los atacantes azulgranas siguen siendo dinamita.

La conexión de Lamine Yamal, el más activo en el desborde, y Raphinha continúa siendo tan eficaz como siempre y todo hacía indicar que el Barça no hubiera necesitado que las decisiones arbitrales cayeran de su lado para sacar el partido adelante. Quién sabe, quizá si el Mallorca no se hubiera quedado con nueve el Barça no hubiera levantado el pie del acelerador y Flick, fiel a la exigencia germánica, hubiera terminado la jornada sin dar un tirón de orejas, el primero de la temporada.