
El murciano continúa sin perder un set, vence a Lehecka y vuelve por primera vez en dos años a la antesala de la final en Flushing Meadows
02 sep 2025 . Actualizado a las 22:03 h.Cuando Carlos Alcaraz se divierte, poco hay que hacer. Sentarse y disfrutar. Excepto si eres su rival, claro. Si te toca ser Jiri Lehecka y tener enfrente a un Alcaraz encendido en la Arthur Ashe, puedes rezar, aunque seguramente te sirva de poco. Puedes jugártela y confiar en un milagro, aunque probablemente no funcione. O puedes asentir, aceptar tu destino y darle un abrazo en la red después de que te haya pasado por encima (6-4, 6-2 y 6-4) en menos de dos horas.
El murciano está en semifinales del US Open por tercera vez en su carrera y lo está sin perder un set. Como Rafa Nadal en el 2010 y el 2011, Novak Djokovic en el 2012 y como Roger Federer en el 2010 y el 2015. Para él, es la primera vez que llega tan lejos en un grand slam con este nivel de precisión y cirugía.
Lehecka, un tenista que le ganó en Doha a principios de este año, no le empujó ni hasta un tie break. El checo, en sus primeros cuartos en Nueva York, se topó con un Alcaraz que no permite ni un gramo de nerviosismo. Lehecka comenzó los dos primeros sets cediendo su servicio y eso ante el español es una condena mortal. Porque él no concedió ni una pelota de rotura en todo el partido. Solo perdió siete puntos con primer saque y siete con el segundo.
La mejor volea del torneo
Decoró su encuentro con dejadas a las que no llegaba Lehecka, con ángulos imposibles y con la mejor volea del torneo, casi cayéndose, en desequilibrio, pero recordando al mejor Federer al dormirla en la red. Sergio García, el golfista español, alucinaba en la grada con el espectáculo de un Alcaraz que además jugaba con la derecha encendida. Así cerró el partido, con un cañonazo inalcanzable para un Lehecka que ya se daba por perdido cuando había cedido su servicio en el juego anterior.
Nada más imponerse al checo y tras celebrarlo con la grada, le dedicó un gesto a Sergio García como hizo hace unos días con Rory McIlroy. Pegó un swing sobre el cemento de Flushing Meadows, directo a sus primeras semifinales aquí desde las que perdió con Daniil Medvedev hace dos cursos.
Ahora, el español tendrá dos días de descanso en los que ha asegurado que jugará al golf con su equipo y quizás también con Sergio García. Alcaraz podrá disfrutar sin un excesivo cansancio del duelo entre sus posibles rivales en la siguiente ronda, Novak Djokovic, cuatro veces campeón aquí, y Taylor Fritz, finalista el año pasado.
Este jueves será el turno de Jannik Sinner, que se enfrentará a su compatriota Lorenzo Musetti, y de Felix Auger-Aliassime, que también ha llegado a esta instancia del torneo sin perder un set y se medirá a Álex de Miñaur.
Una derrota de Sinner aseguraría el número uno para un Alcaraz que ya está a dos victorias de conseguirlo. Depende de sí mismo. Si el próximo domingo se corona en la Arthur Ashe con su sexto Grand Slam, volverá a lo más alto de la ATP por primera vez en más de dos años, acabando con el reinado de 65 semanas consecutivas de Sinner. «La verdad es que aún no pienso en eso», admitió Alcaraz al ser preguntado por el número uno a pie de pista por el extenista Sam Querrey