
Entregó la reforma del Camp Nou a una empresa turca que suma un año de retrasos, con denuncias de explotación laboral y sobrecostes millonarios; obligando ahora al Barça a jugar en un Johan Cruyff que incumple la norma de la Liga
11 sep 2025 . Actualizado a las 19:58 h.El Barcelona recibe este domingo (21.00 horas, Movistar LaLiga) al Valencia en el Johan Cruyff, ante apenas seis mil espectadores. Una nueva chapuza en la gestión de Joan Laporta con el Camp Nou, que lleva casi tres años en obras, incumpliendo numerosas promesas de reapertura.
¿Por qué se juega en el Johan Cruyff?
Porque el campo inscrito por el Fútbol Club Barcelona, el Camp Nou, carece de los permisos necesarios para albergar eventos deportivos, debido a las obras de reforma que se están realizando en el estadio desde hace casi tres años. El club catalán solicitó a la Liga poder utilizar el Johan Cruyff, el escenario donde juega tanto su equipo filial como el femenino; debido a que el Estadio Olímpico de Montjuich, en donde lo hizo las últimas campañas y de titularidad municipal, tampoco está disponible al tener programado un concierto para estas fechas.

La Liga aceptó esta petición, a pesar de que el Johan Cruyff no cumple el aforo mínimo exigido para albergar encuentros de Primera División, acogiéndose al artículo 13.10 de los estatutos de LaLiga: «Los estadios deberán contar con un aforo mínimo de 8.000 localidades», pero «la comisión delegada podrá, por circunstancias de índole demográfica, arquitectónica, técnica o histórica del club, aceptar la disminución de dicho aforo mínimo exigido». De ahí que se permita jugar en un recinto que no cumple la normativa, sin que el Valencia tenga opción a oponerse.
¿Cuándo empezaron las obras en el Camp Nou?
En el mes de noviembre del año 2022 comenzaron los trabajos de reforma del estadio con la demolición de la tercera gradería del Gol Sud, coincidiendo con el parón liguero provocado por la disputa del Mundial de Catar. Aun con obras, y la incomodidad que eso supuso para los socios por las limitaciones de aforo, se siguió jugando en el recinto hasta el 28 de mayo del 2023, siendo el Barcelona-Mallorca (3-0) el último duelo disputado allí hasta la fecha. A partir de ese momento, los azulgranas lo hicieron en Montjuich, con un abandono masivo de sus abonados por las molestias que les suponía subir hasta la montaña para presenciar los duelos (apenas 16.151 personas mantuvieron su carné en las dos últimas temporadas en la diáspora).
¿Qué plazos había para el regreso?
En el mes de abril del 2022, cuando se dio luz verde a la reforma del Camp Nou, Laporta se comprometió al regreso del equipo a su estadio en el mes de noviembre del 2024, haciéndolo coincidir con la fecha del 125.º aniversario de la fundación del club. Es decir, ese compromiso con los socios era simplemente hacer el esfuerzo de una sola temporada en la diáspora de Montjuich, para ya volver progresivamente durante la campaña 2024-2025. Hasta la propia Liga se creyó el argumento, al confeccionar su calendario de competición con pocos partidos del Barça como local durante los primeros meses de campeonato y muchos durante la segunda vuelta.
Según se fue acercando esa fecha de noviembre del 2024, el presidente comenzó a filtrar que quizás sería mejor esperar a febrero, ya que la UEFA no permitía a los clubes comenzar la fase de liguilla en un estadio y cambiar en el transcurso de la competición. Una situación —según se decía— que sería perjudicial para los jugadores, al tener que disputar las competiciones nacionales en un recinto y las europeas en otro. Así fue cómo se vendió ese primer retraso, cuando en realidad el Camp Nou estaba lejísimos de estar en condiciones.
Fueron pasando los meses y, según se llegó a enero, ya se habló, primero de marzo y, luego, de jugar algún partido antes de final de temporada. Pero tampoco, así que se pasó a dar el 10 de agosto como fecha totalmente definitiva para la vuelta, en el marco de la presentación de la nueva temporada, con el trofeo Joan Gamper, hasta el punto de que el propio Ayuntamiento ya planificó en Montjuich sin contar con el Barça. Pero fue otra mentira del presidente, como la posterior de que sería para el primer partido de Liga contra el Valencia, el 14 de septiembre, tras conseguir que la Liga les permitiese jugar las tres primeras jornadas a domicilio.
¿Quién está detrás de las obras del Camp Nou?
Joan Laporta dejó la reforma del Camp Nou en las manos de la constructora turca Limak Holding. Su elección generó polémica desde el principio, con críticas en el propio país otomano, por ser una de las cinco sociedades que «fueron recompensadas con trabajos por valor de 174.000 millones de euros en los últimos 18 años» y que «se llevaron el dinero a Inglaterra y a paraísos fiscales». «Os prometo que vamos a devolver todo el dinero a la nación», señalaba Kemal K?l?çdaroclu, del partido CHP en el diario Turkish Minute.
También durante el desarrollo de la obra generó controversia, con la denuncia de sindicatos contra las decenas de empresas subcontratadas por los turcos, por supuestos abusos contra los trabajadores, entre ellos cinco refugiados palestinos, que manifestaron haber sido despedidos ilegalmente y cobrar por debajo de convenio con jornadas de más de diez horas diarias, según desveló El Periódico.
Limak fue elegida por Laporta porque presentó la mejor oferta económica (960 millones) y los plazos más ventajosos (noviembre del 2024). La realidad es que a día de hoy, se acumula un año de retraso y el sobrecoste apunta a ser abismal. Podría alcanzar ya los 1.200 millones, según El Mundo Deportivo.
Situación crítica a nivel económico
Al margen del deterioro de la imagen del club y del perjuicio tanto deportivo como social, esta situación causada por la gestión de Joan Laporta también podría provocar un daño considerable en lo económico.
Los periodistas Sique Rodríguez y Adrià Soldevila explicaron en el programa Què t’hi jugues, de la cadena Ser, que el Barcelona debe afrontar en diciembre el primer pago de 44 millones de euros por los intereses de la obra, siendo el segundo de 96, en diciembre del 2026.
El plan inicial del club era poder hacer frente a estos pagos a través de los ingresos generados por el Espai Barça, un proyecto por el que los catalanes aspiran a generar 331,1 millones de euros anuales; de los en la actualidad solo se perciben 43,6. El resto, unos 387 millones, es que lo que deja de ganar al año el club mientras no tenga el Camp Nou a sus disposición (son los procedentes por los contratos de los asientos VIP, abonos y otros servicios).
Todos estos pagos próximos a realizar por los intereses de la obra del estadio, sin poder disponer de él, son los que estrangulan también al equipo a la hora de calcular el límite salarial de la plantilla; y que a la vez, para paliarlo, está provocando la venta de activos en forma de palancas.
El renovado Camp Nou, un gigante moderno con más de cien mil asientos
El hogar del Barcelona, que vivirá su reapertura parcial en el Gamper, se engalana tras una inversión de que excede los mil millones de euros
JOSEMA LOUREIRO
En mayo del 2023, el Barcelona disputó ante el Mallorca su último partido en el Camp Nou. Más de dos años después, con un exilio en Montjuich y varios retrasos de por medio, el conjunto azulgrana se reencontrará con el estadio de Les Corts en agosto, en el trofeo Joan Gamper.
Lo hará con una apertura parcial, para la que el consistorio de la Ciudad Condal ya ha dado su beneplácito, y con los trabajos todavía en curso. La obra, que forma parte del proyecto Espai Barça, comenzó en junio del 2023, corre a cargo de la constructora turca Limak y está presupuestada en 1.070 millones de euros.
lA INFRAESTRUCTURA
105.000 asientos, techo retráctil y más palcos VIP
El proyecto del estadio barcelonés, creado por el estudio japonés de arquitectura Nikken Sekkei, consta de un espacio que destaca por su aforo, de 105.000 espectadores, que ampliará su ventaja como el estadio europeo con más asientos; eso sí, con unos 6.000 más que antes de la reforma. Será el segundo con más aforo del mundo solo por debajo del estadio Rungrado Primero de Mayo, de Piongyang (Corea del Norte).
Entre los detalles de la obra se encuentra la instalación de una cubierta retráctil de unos 47.000 metros cuadrados y una membrana inteligente que permitirá dosificar la entrada de luz al estadio, así como una pantalla 360 incorporada. La instalación estará alimentada por 30.000 metros cuadrados de placas fotovoltaicas.
El sistema de cableado que sustentará la cubierta está inspirado en el puente de los Dardanelos, el puente colgante más grande del mundo. Se espera que la cubierta se instale durante el próximo verano, después de que finalice la competición la próxima temporada. Los accesos estarán divididos en cuatro torres con ascensores y escaleras mecánicas.
Asimismo, el proyecto plantea la construcción de un tercer anillo de gradería, que se encuentra en proceso de reconstrucción después de ser demolido. En esta ocasión, a diferencia de cómo estaba antes de la obra, el tercer anillo será completo.
Justo bajo esa tercera gradería se ubicará uno de los caballos de batalla del combinado azulgrana en la parcela económica: un doble anillo de palcos VIP. Cabe destacar que el Barcelona ha sido capaz de capear sus problemas económicos, entre otros motivos, gracias a la comercialización de los palcos.
El espacio incluirá un total de 86 suites privadas destinadas a negocios para alquiler a largo plazo y contará, asimismo, salas de reuniones, asientos prémium y otras zonas comerciales. El estadio pondrá a disposición de los asistentes un aparcamiento subterráneo, que rondará las 3.500 plazas, incluyendo espacio para autobuses.
OTROS DETALLES
Apoyado por una veintena de grandes inversores
El macroproyecto del estadio barcelonista está apoyado por una veintena de inversores de la talla de Goldman Sachs, Key Capital Partners y JP Morgan. El club marca, en este momento, el mes de septiembre del año próximo como fecha de finalización definitiva de la obra del estadio.
Cabe recordar que la fecha inicialmente estipulada por la entidad barcelonista era noviembre del 2024, pero unos problemas con la empresa constructora, Limak, que alegó que las medidas de prevención de riesgos laborales y las condiciones de los trabajadores eran demasiado estrictas bajo la legislación española.
El Palau Blaugrana, otra de las grandes apuestas del equipo con la creación del Espai Barça
Aunque el nuevo Spotify Camp Nou sea el gran protagonista del proyecto que la entidad azulgrana tiene por delante, otras infraestructuras se alimentan de los más de 300 millones de euros que completan el proyecto. El ejemplo principal es el del Palau Blaugrana, el pabellón en el que las secciones de baloncesto, balonmano, fútbol sala y hockey sobre patines del Barcelona disputa sus partidos.
La obra de la infraestructura, que todavía está en proceso de estudio, buscaría aumentar el aforo del pabellón de los 10.000 a los 15.000 asientos, convirtiéndolo además en un lugar de referencia en el que se puedan compatibilizar los partidos con diversos eventos culturales. De este modo, el cuadro azulgrana podría reportar más beneficios económicos.
otras instalaciones
El Palau de Gel y el Petit Palau, a medio camino
Además, dentro de Espai Barça también se encuentra el Palau de Gel, en el que disputará sus partidos el remozado equipo de hockey sobre hielo, que vuelve a la competición después de un año de parón. Del mismo modo, el club azulgrana proyecta la creación de un Petit Palau, de alrededor de 4.000 espectadores y destinado a las secciones de baloncesto, balonmano y fútbol sala del club.
Asimismo, el complejo contará con el espacio conocido como Campus Barça, que contará con zonas verdes, áreas comperciales y diversas zonas de ocio en los alrededores del novedoso estadio azulgrana.