La imagen que dejó el Real Madrid, su defensa, el resultado... Todo eso no es lo preocupante. Pero sí lo es lo que le puede pasar de aquí en adelante. Un equipo que defiende de esta manera no va a ganar títulos. Lo de este sábado fue un aviso que costó tres puntos.
Solo 10 minutos del partido fueron del Madrid. No salió enchufado y únicamente le salvó cuatro acciones aisladas. En dos de ellas llegaron los goles, y eso es fruto de la calidad que tienen sus jugadores. No se entregó en el esfuerzo ni el sufrimiento, se vio a un equipo frágil y muy pobre. Enfrente, un Atlético supo posicionarse en el campo, todos sus hombres sabían lo que tenían que hacer.
Los blancos evidenciaron muchas carencias. Muchísimas. ¿Qué demostró? Una fragilidad tremenda en defensa, tanto a balón parado como en jugadas. Ahí es donde Xabi Alonso tiene que hacer hincapié y ajustar conceptos para lograr la armonía. También ha dejado patente que, al defender arriba, tiene grandes desajustes. Amén de que tarda muchísimo en recuperar el balón. En líneas generales, es un equipo que todavía está muy verde.
Ayer no era solo cuestión de hacer cambios. Era cuestión de actitud y ajustes. Y fue un Madrid roto. Tiene a grandes jugadores que marcan arriba la diferencia, pero defensivamente, ha demostrado muchas carencias. El problema no es hoy, sino lo que se viene.