
El futbolista acumula cuatro lesiones musculares en 14 meses y se ha perdido ya el 60% de los minutos desde que fichó por el Barça y se retrasó su inscripción
15 oct 2025 . Actualizado a las 16:28 h.Dani Olmo no termina de despegar en el Barcelona. Desde que llegó al club en agosto del 2024 ha sido muy habitual ver su nombre en un parte médico. La última vez este mismo lunes, cuando se confirmaba que el futbolista, que estaba concentrado con la selección española para los dos partidos de clasificación para el Mundial ante Georgia y Bulgaria, «tiene una lesión muscular en el sóleo de la pierna izquierda sin afectación conectiva». Otra dolencia que le impedirá estar disponible para Hansi Flick en dos o tres semanas y que le hará perderse varios partidos entre Liga y Champions.
Su fichaje por el Barcelona fue recibido como el regreso del hijo pródigo. Formado en La Masia y convertido en una estrella en el RB Leipzig, el centrocampista llegaba a su casa con la misión de liderar una nueva etapa. El barcelonismo celebró su vuelta como el refuerzo de un jugador diferente: creativo, inteligente y con un instinto competitivo que encajaba perfectamente en la filosofía del club. Y más con un técnico como Hansi Flick. Sin embargo, un año después, la realidad es muy distinta. Apenas ha jugado el 39,7% de los minutos que ha disputado el Barcelona desde que viste de azulgrana (2.502 de 6.300 minutos).
Un cúmulo de infortunios como problemas de inscripción en la Liga y una preocupante sucesión de lesiones musculares lo han convertido en un futbolista de cristal. La pasada campaña sufrió tres lesiones que le hicieron perderse más de 80 días. De hecho, de los 60 partidos que disputó el Barcelona (38 en Liga, 14 de Champions, seis en Copa y dos de Supercopa), Dani Olmo solo jugó 39 (25 en Liga, nueve de Champions, cuatro en Copa y uno de Supercopa), de ellos 22 como titular. Este año, las cosas no son muy distintas aunque solo se lleven jugados 10 encuentros. El futbolista ha participado en los diez que ha jugado el equipo (ocho en Liga y dos en Champions), pero solo ha sido titular en cinco (569 minutos de 900 posibles).
La pesadilla burocrática
El primer obstáculo ya se lo encontró Dani Olmo antes de debutar en choque oficial. El Barcelona, ahogado por los límites salariales de LaLiga, no consiguió inscribirlo a tiempo al inicio de la temporada 2024-25. Aunque el club había cerrado su fichaje por más de 60 millones de euros, el organismo presidido por Javier Tebas bloqueó su inscripción por el fair play financiero.
Durante varias semanas, el jugador entrenó con el grupo pero no pudo participar en los partidos de competición. El Barça tuvo que activar una de sus ya famosas palancas económicas para poder registrar su contrato. En total, Olmo se perdió los tres primeros partidos de Liga y el debut en Champions, algo que frenó por completo su integración en la dinámica del equipo.
Solucionada su inscripción, Olmo debutó a mediados de septiembre con una actuación ilusionante. Su calidad técnica, su lectura del juego y su química con Gavi y Pedri en el centro del campo hacían pensar que el Barça había recuperado a un futbolista con ADN culé. Pero el entusiasmo duró poco. Apenas una semana después, en un duelo ante el Girona, el 16 de septiembre del 2024, Olmo sufrió una lesión muscular en el bíceps femoral derecho. El parte médico habló de una afectación de grado II y una baja de unas cuatro o cinco semanas. Aquel parón llegó en el peor momento posible. El futbolista apenas había tenido continuidad y, cuando empezaba a sentirse importante, su cuerpo le dijo basta. Se perdió varios partidos clave y regresó con la sensación de empezar de nuevo.
Recaídas
Tras su regreso en octubre, Olmo intentó recuperar ritmo, pero en enero del 2025 volvieron los problemas. Esta vez fue una sobrecarga en el sóleo de la pierna derecha, lo que le mantuvo inactivo alrededor de 19 días. Aunque no se trataba de una lesión grave, volvió a perder continuidad y ritmo de competición. El 27 de marzo del 2025, en un encuentro ante Osasuna, sufrió una nueva lesión miofascial en el aductor derecho. Tres semanas de baja y otro golpe psicológico. En apenas siete meses había encadenado ya tres dolencias musculares.
Este año parecía haber empezado con mejor pie y liberado de lesiones, pero esta última le va a dejar fuera de juego casi un mes. Si a eso se suman los choques que no pudo disputar por el retraso en su inscripción, el balance se acerca peligrosamente a los 30 encuentros oficiales ausente en apenas catorce meses. Con esta nueva baja, Dani Olmo acumulará cerca de 100 días de baja por lesiones desde que llegó al Barça, con al menos cuatro problemas musculares confirmados. Dani Olmo seguirá siendo, a ojos de muchos culés, un diamante de cristal: hermoso, valioso, pero demasiado frágil para no romperse.