Las maldades y las bondades en la gestión de la administración son muchas veces causa efecto de posicionamientos políticos o de defensa a ultranza desde áreas territoriales o de discrepancias sobre la propia acción política. Pero este tipo de posicionamientos llevan a veces a que quien es malo o ineficaz desde la óptica de un colectivo en un área específica no lo es en otra zona o también lo es pero por la mismas razones con lecturas distintas.
En ese mapa de contradicciones está la ministra de Medio Rural, Elena Espinosa. Desde la zona, desde áreas del PP y de Xóvenes Agricultores (Asaja de Galicia), suele llevar candela abundante por su política relacionada con el sector lácteo que prima más en Deza.
Ayer una organización la misma línea de Xóvenes, Asaja de Castilla-león, donde también existe gobierno del PP en la comunidad, hacia un comunicado en el que acusaba a la ministra de hacer reparto de cuota «a feira». Explica que «de nuevo el ministerio beneficia a Galicia, que recibirá el 86% del reparto frente al 4,7% designado para os productores de Castilla León».
Asegura que el reparto último del ministerio de cuota láctea de la reserva nacional es «un reparto a feira, de los que gustan al equipo de gobierno de Elena Espinosa, de nuevo diseñado al milímetro para favorecer al sector ganadero gallego». Y de este reparto pasan a recordar el Plan Lácteo «electoral» urdido por Fernando Moraleda y que estiman que le dio el voto para acceder a la presidencia gallega al PSOE.
Los posicionamientos geográficos cruzados llevan situaciones hasta lo absurdo. O no se enteran en León o no se enteran en Deza o realmente la ministra es mala, pero entonces el sector no gallego lácteo o podría tener los beneficios que le apuntan desde León.