Lalín despidió ayer a Alfonso Sucasas, uno de sus hijos ilustres

Rocío Perez Ramos
ROcÍO Ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

Amigos, vecinos, autoridades y artistas asistieron ayer al funeral celebrado en la iglesia parroquial de As Dores.
Amigos, vecinos, autoridades y artistas asistieron ayer al funeral celebrado en la iglesia parroquial de As Dores. Marcos Míguez< / span>

El Concello pretende poner su nombre a una calle o una plaza

29 jun 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Lalín despidió ayer a uno de sus hijos más ilustres. Alfonso Sucasas descansa ya en el cementerio antiguo de Lalín donde fue enterrado. Se fue con los versos que le dedicó su amigo Luis Tosar y tras un discreto funeral celebrado en la iglesia de As Dores donde se dieron cita vecinos y amigos, que acompañaron a la familia en estos momentos de dolor.

El alcalde de Lalín, José Crespo, expresaba ayer de nuevo su pesar por la muerte del artista «continuador de Colmeiro na plasmación do noso rural tradicional». El regidor anunció ayer que se constituirá una comisión, presidida por la concejala de Cultura, Marisa Álvarez, que será la encargada de organizar un acto de homenaje a Alfonso Sucasas.

Un reconocimiento que, explicó, pretende recabar la unanimidad entre los grupos políticos y que estará abierto a los diferentes colectivos del municipio para que se sumen con su apoyo. El alcalde pretende también someter a consenso otorgar dar el nombre del pintor a una calle o una plaza. Una celebración, al igual que el homenaje, que los responsables del gobierno local analizarán también con la familia de Sucasas.

Unos actos que aún no tienen fecha y que podrían celebrarse, según apuntó el alcalde, este año o el año próximo coincidiendo, quizás, con la celebración del primer aniversario de su muerte.

Desde el mediodía y hasta pasadas las seis de la tarde el féretro fue velado en el Museo Municipal Ramón María Aller. Junto a él un cartel con una foto del pintor y a sus pies un centro de rosas blancas. A la salida del Museo la comitiva estuvo presidida por su viuda, María Espinosa, visiblemente emocionada, que siguió a pie el coche fúnebre con una rosa blanca en la mano junto con otros familiares.

La misa de funeral fue oficiada por el párroco de Lalín, Manuel Salgado, en la iglesia de As Dores. El sacerdote pidió para Alfonso Sucasas la vida eterna y destacó del pintor «a súa facultade de plasmar a beleza da creación de Deus noso pai» en sus cuadros. El párroco solicitaba también para su viuda y su familia consuelo por su pérdida.