La velutina, la peor pesadilla de los apicultores gallegos, se ha convertido en inofensiva protagonista de un cuento infantil de la mano de Susana Betés Figueiras. La estradense debuta como escritora infantil con Tina, a velutina, una historia que rompe moldes y coloca como personaje principal al insecto más odiado de los últimos tiempos. «Quería poñer en valor a importancia de non prexulgar, algo que facemos todos en maior ou menor medida. As abellas sempre me gustaron pola súa importancia vital na polinización e porque sen elas extinguiriamonos. E cando chegou a velutina tamén foi un insecto sobre o que me informei porque me chamou a atención. Por iso elixín como protagonistas a unha velutina, Tina, e a unha abella, Tella, que non entenden por que teñen que ser rivais», explica la autora. El cuento, por supuesto, tiene final feliz y lanza un mensaje contra los prejuicios y a favor del amor propio.
El cuento ha sido publicado por la editorial Mr. Momo y lleva una semana en librerías y plataformas digitales de venta. Hay versión en gallego y en castellano, con tapa dura y con tapa blanda. Está disponible en librerías de A Estrada (Marxe, Faro, Pintaletras y Lolimay), Lalín (Raíces, Álvarez, Nigraponte y Dalvi) y Silleda (Pily y Conto contiño).
Susana Betés ha concebido la historia por capítulos. Tina, a velutina sería el primero, así que si todo va bien pronto lanzará la segunda entrega, en la que ya está trabajando. Además, le gustaría publicar también el cuento en catalán.
A Susana Betés escribir le gusta desde siempre. Heredó la afición de su padre, José Miguel, que también escribía en sus ratos libres. De niña, la estradense incluso ganó algún concurso de redacción y fue lectora ávida de todo tipo de historias. «Houbo contos que me marcaron, por iso tiña ganas de escribir algo para rapaces», cuenta.
Sin embargo, la trayectoria profesional de Susana estuvo hasta ahora vinculada al mundo del turismo. Después de acabar sus estudios, la estradense se fue a Londres, donde compaginó las clases de inglés con su trabajo en el Imperial College. Más tarde se trasladó a Tenerife y trabajó de relaciones públicas el hotel Gran Meliá y también en el Ritz Carlton Abama, donde fue jefa de rango del restaurante de Martín Berasategui. «Marchei cando conseguimos a segunda estrela Michelín. Foi a experiencia que máis me marcou e onde máis aprendín. Ensinoume disciplina, perseveranza, compañeirismo... É un mundo moi esixente», recuerda.
Tras seis años en Tenerife y harta del buen tiempo que ahora empieza a echar de menos, Susana se fue a Barcelona, donde trabajó en otro hotel de lujo, el Mandarín Oriental, y se formó como Wedding Planner.
Hace un par de años, el estrés la hizo regresar a A Estrada para tomarse un respiro. Iban a ser unos meses, pero la calma le sentó bien y ya han pasado dos años. «Ao ter máis tempo foi cando empecei a escribir», explica.
En los planes de Susana está ahora instalarse en Ginebra, cuando el covid lo permita. «É unha cidade á que teño viaxado moito e que sempre me gustou», dice. Retomará la senda del turismo, pero tiene claro que no dejará de escribir. Si el público responde, habrá velutina para rato.