La centenaria que ganó el pulso contra la subida de su seguro de decesos

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

DEZA

cedida

Pagaba 15 euros al mes y al cumplir los 101 años empezaron a cobrarle 118

29 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La centenaria estradense Nidia Vila Santos puede presumir de haberle ganado un pulso a su aseguradora. No ha sido fácil ni rápido pero, a fuerza de insistir, la familia ha conseguido que la empresa elimine la desorbitada subida que le había aplicado a su seguro de decesos coincidiendo con la celebración de su 101 cumpleaños. Tras varias décadas pagando religiosamente la póliza para poder enterrarse como la tradición impone, cabría esperar que, llegada la centena, la aseguradora tuviese un detalle con la asegurada al haber amortizado ya el sepelio. Sin embargo, lo que sucedió en este caso fue exactamente lo contrario.

Según recuerda la nieta de Nidia, Ana Ferradáns, al cumplir los 101 años, su abuela, que hasta entonces pagaba una tarifa mensual de 15 euros, empezó a recibir sin previo aviso recibos mensuales por un importe de 118 euros.

La familia no dispone de documentación que atestigüe cuando comenzaron los pagos a la aseguradora, pero calcula que debió de ser hace setenta años. Nidia contrató el seguro de joven y pagó puntualmente todos los meses, sin cambiar nunca de empresa.

Según Ferradáns, la subida fue efectuada sin previo aviso y sin consentimiento de la afectada ni de ningún miembro de su familia. Por esta razón, por lo exagerado de la nueva tarifa y por lo incomprensible de esta política de empresa, la familia contactó con la aseguradora en busca de una rectificación. La empresa se negó, así que no le dejó a la familia más salida que presentar una reclamación en la oficina de Consumo. Cambiar de compañía a los 101 años no era una opción porque las tarifas serían altísimas, pero cotizando 118 euros mensuales, en poco más de dos años compensaría simplemente pagar el entierro en mano.

De entrada, la aseguradora rechazó someterse al arbitraje de Consumo, explicando que contaba con sus propios mecanismos para resolver este tipo de cuestiones y asegurando que la subida de la tarifa no fue comunicada a la interesada por no haber sido posible contactar con ella. «Resultaba difícil de crer porque a miña avoa xa tiña daquela 102 anos, estaba na casa sempre en enriba pillara a época da pandemia», recuerda Ana Ferradáns.

La familia, indignada con la respuesta, decidió recurrir a la vía judicial. No obstante, según relata la nieta, al final no fue necesario. «Ao final a aseguradora aceptou a arbitraxe. A miña avoa tiña unha póliza que especificaba que era a perpetuidade. A empresa indicou que a prima e os seus capitais estaban sen actualizar desde o ano 2004, ano no que o valor do servizo contratado era de 1.420 euros. O que nos ofreceu a empresa foi seguir pagando as tarifas mensuais de máis de 100 euros ou ben manter a cota que tiña de 15 e recuperar os cartos cobrados a maiores, pero, cando chegue o momento do enterro, pagar a diferenza entre os 1.420 euros de valor do enterro fixado na póliza e o que custe o enterro cando sexa. Agora debe andar por 3.000 e pico euros...», explica Ana Ferradáns. La familia eligió la segunda opción.

La nieta de Nidia había llegado a plantear también la reclamación a nivel estatal, ante la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones. La contestación acaba de llegar hace un par de meses, cuando el asunto está más que resuelto. El veredicto es el mismo: Nidia tiene derecho a seguir pagando solo 15 euros mensuales por su seguro de decesos.