La obra maestra del siglo XII de Carboeiro que brilla en el Gaiás

Javier Benito
javier benito LALÍN / LA VOZ

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Javier Benito

Entre los tesoros de Tierra Santa exhiben una cruz patriarcal del monasterio

22 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El monasterio románico de Carboeiro figura entre los referentes patrimoniales más destacados de la provincia. Una joya arquitectónica que vivió siglos de abandonos y expolios, que revivió en las últimas décadas con planes director para su rehabilitación y puesta en valor. En ese cenobio se conservaron sin duda piezas de gran relevancia sacra y a la vez artística. Entre ellas una obra maestra que se ha convertido en una de las estrellas de la exposición abierta en el Museo del Gaiás en torno a los tesoros de Tierra Santa.

Esa joya del patrimonio eclesiástico data de la primera mitad del siglo XII. Hablamos del conocido como Lignum Crucis de Carboeiro, una de las piezas más destacadas del Tesoro del Museo Catedral de Santiago. Recaló en la colección catedralicia en el siglo XIX de la mano del canónigo e historiador Antonio López Ferreiro, que a finales del siglo XIX incorporó obras procedentes de diversos lugares de Galicia.

Esta estauroteca —diseñada para contener un pedazo de la Vera Cruz sobre la que se crucificó a Jesús de Nazaret— procede de los talleres activos del Reino Latino en Jerusalén hace unos novecientos años. En aquella época de las cruzadas hubo una producción relevante de estos objetos, muy valorados por los reyes, nobles y eclesiásticos que regresaban a sus hogares con estas cruces-relicario. La de Carboeiro tiene alma de madera de cedro recubierta de lámina de oro, con 22,3 centímetros, lo que la hacía fácilmente transportable.

Esa lámina de oro está estampada con moldes para reproducir distintos motivos decorativos en el anverso, desde medallones y rosetas o perfiles perlados a aberturas con forma de pequeña cruz para contener las reliquias. La representación esquemática del Santo Sepulcro en la parte inferior casi resulta imperceptible en la pieza de Carboeiro por el paso del tiempo. En el reverso se representa el Agnus Dei y roleos con florones, todo el conjunto con inspiración bizantina.

Otra característica de esta joya del arte sacro nos lleva a pensar en un uso procesional, vinculado a celebraciones como la Semana Santa, al contar con una bola achatada en su parte inferior que favorecer ser portada. Los investigadores creen que esta cruz podría tratarse de un regalo a la Iglesia de Santiago en una época de especial relación entre Roma, Jerusalén y la capital compostelana. Se apunta a que está pieza puede estar relacionada con el agradecimiento del patriarca Esteban al arzobispo Gelmírez y pudo llegar así en torno a 1129 a través del canónigo del Santo Sepulcro, Aymerico.

Otra posibilidad recogida por Alejandro Barral habla de una peregrinación a Santiago en 1109 del entonces arzobispo de la diócesis francesa de Vienne y que fuese un regalo a Diego Gelmírez. En cualquier caso, como resalta Ramón Yzquierdo, el Lignum Crucis de Carboeiro está relacionado con el período galmiriano.