Enrique Reboredo y Javier Cortizo ayudan en tareas de achique y limpieza
07 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Los dos voluntarios de Emerxencias A Estrada que forman parte de la expedición gallega a Valencia para echar un cable en los trabajos de restauración de la normalidad tras la brutal dana del 29 de octubre no han tenido descanso en los dos últimos días. Están trabajando en el municipio de Alfafar, una de las localidades valencianas más afectadas por el desastre junto con otras como Paiporta o Sedaví.
Enrique Reboredo y Javier Cortizo, que trabajan en el servicio de Emerxencias de A Estrada y que estos días se encontraban de vacaciones, no duraron en alistarse en el operativo solidario. Partieron el lunes por la noche hacia Valencia y el martes y el miércoles se emplearon a fondo en la zona que les fue asignada, sin tiempo apenas para contestar al teléfono. A través de un audio telefónico, en un momento de descanso, cuentan su experiencia.
Según explican, sus trabajos se han centrado en realizar tareas de achique de garajes y limpieza de calles, que están todavía casi impracticables a causa de la acumulación de barro. «Encomendáronnos a rúa Albufera, onde estamos facendo tarefas de achique. Onte (por el martes) encargámonos dun garaxe comunal e hoxe estamos achicando en tres garaxes ao mesmo tempo, repartindo as bombas que temos», explica. Según indican, el agua que se retira de los garajes se aprovecha para llevar a cabo la limpieza de las calles. «As palas e bulldozers andan desescombrando, movendo coches... e nós tentamos desenlodar as aceras e a carretera», dicen los voluntarios, que se han llevado de A Estrada dos vehículos con todo el material necesario para poder operar de forma autosuficiente, a las órdenes del mando local. «Onte traballamos man a man coa Policía Local, cos bombeiros de Soria, cos da Coruña, que nos deixaron material, co exército... Tamén hai bombeiros forestais de Cataluña, de Mallorca... A verdade é que impresionante», cuentan.
Al tiempo que realizan los trabajos de achique en los garajes, los voluntarios estradenses también hacen comprobaciones de que no haya víctimas atrapadas en ellos. «Vamos revisando os vehículos por se acaso. Afortunadamente, de momento, non atopamos vítimas, pero hai moitísimo traballo», explican.
El panorama en Alfafar es desolador. «Isto é coma estar nunha zona de guerra. Hai coches apilados uns enriba doutros e barro arcilloso por todas partes. Hai tarefas para moitas semanas de traballo para poder restablecer a normalidade», comentan los voluntarios. Hoy emprenderán el viaje de regreso a A Estrada. Lo harán con el recuerdo del desastre en su mente, pero también con el de la ola de solidaridad nacional y la inmensa gratitud de los valencianos. «Están constantemente ofrecéndonos de beber, comida, café... Superagradecidos», dicen los estradenses.