Buscan respaldo vecinal para estudiar y poner en valor el castro de Loureiro
DEZA
El arqueólogo Iván Soto se reunirá el 28 con los dueños de fincas afectadas
26 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El arqueólogo forcaricense Iván Soto Cardesín se encuentra inmerso en un proyecto en la provincia de Jaén, donde se ocupará del seguimiento e investigación de los restos romanos de la Domus Herculana de Alcalá la Real. Iván Soto estudió Historia en la USC e hizo un máster de Arqueología en la Universidad de Granada que le abrió las puertas a la participación en interesantes investigaciones en yacimientos romanos e iberorromanos del sur de la península.
Sin embargo, tanto como este tipo de yacimientos, a Iván Soto le apasionan el arte rupestre y castrexo del norte. El arqueólogo presentó a finales del año pasado en un congreso en Valladolid un trabajo sobre los castros de Forcarei que permite intuir las relaciones que pudieron existir entre ellos y establecer hipótesis para poder seguir avanzando en su estudio.
Entonces, Iván Soto había contabilizado una decena de castros catalogados en Forcarei: A Mouteira, As Mouteiras, A Mota, Muras, Filloi, Loureiro, Garellas, Couto da Roda, Sanguñedo y Montes.
El castro de Garellas (también conocido como castro de Rodeiras), en la parroquia de Millerada, es el único que hasta la fecha ha sido objeto de una investigación que ha dado lugar al lanzamiento de un vídeo divulgativo sobre el yacimiento.
Según Iván Soto, el castro de Loureiro —que por las condiciones del terreno también se puede intuir a simple vista— es otro de los que parece interesante estudiar en profundidad. Su sueño sería poder excavarlo y dejarlo la muralla al descubierto para el disfrute de todos.
Para poder conseguirlo algún día —si es que el yacimiento revela el suficiente interés en las primeras aproximaciones— el arqueólogo ha dado los primeros pasos. Para este sábado, día 28, ha convocado una reunión con todos los vecinos de Loureiro que tengan fincas que formen parte del castro. La cita será a las 11.00 horas en la antigua escuela de Loureiro. El arqueólogo le explicará a los vecinos el interés del castro y todo el potencial que podría encerrar . Les pedirá además autorización para realizar trabajos de desbroces —que dejarían al descubierto la fisonomía del yacimiento— o catas arqueológicas para ver qué podría dar de sí el enclave —que se harían en el futuro si se consiguen ayudas públicas—.
«El primer paso es conseguir el apoyo necesario, por eso queremos informar a los vecinos de lo que se haría. No se destruiría nada. Solo se harían sondeos valorativos. Algo parecido a lo que se hizo en Garellas en su día, pero nada irreversible», cuenta.
«Explicaré qué es lo que queremos hacer y haremos una pequeña visita guiada por el castro hablando de sus características», avanza el arqueólogo.
«De entrada, se sabe que es un castro del primer milenio, de la Edad de Hierro. No se sabe si de principios o de finales, si pudo haber tenido contacto con los romanos o no», dice Iván Soto. «Si los vecinos dan su apoyo, se podrían buscar ayudas del GDR Pontevedra Norte para hacer sondeos valorativos que determinen si valdría la pena o no excavar», dice el arqueólogo. Iván Soto aventura que el castro de Loureiro, por su amplia cuenca visual, podría ser incluso un punto de control de rutas.