
18 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.
El intenso frío con el que despuntaba el primer día de temporada de pesca, aletargó a las truchas en los ríos de las comarcas de Deza y Tabeirós, dejando a los pescadores frustrados por no poder hacerse con las capturas deseadas. Sin embargo, hubo quien tuvo más suerte, como el pescador estradense Rubén Baños, que se hizo con una trucha de categoría. La pescó en aguas del río Miño, consiguiendo este enorme ejemplar de 64 centímetros y unos dos kilos de peso empleando la técnica del spinning. La nota más positiva a una jornada agridulce para los pescadores de la zona.