Pichel pide informes sobre la legalidad de las asistencias que cobrará Fiestras

Rocío García Martínez
Rocío García A ESTRADA / LA VOZ

DEZA

Adrián Freiría

Cachafeiro defiende su pulcritud y reta al PSOE a ir al juzgado si ve prevaricación

30 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Se equivocaban quienes confiaban en que el cambio de gobierno aplacase la crispación en la corporación de Forcarei. Quedó demostrado este viernes en el pleno de Organización.

La portavoz socialista, la exalcaldesa Verónica Pichel, anunció la solicitud al departamento de Secretaría-Intervención de dos informes sobre la legalidad de la moción de censura y las atribuciones en el nuevo gobierno del edil Rafael Fiestras, el concejal expulsado del PSOE, que fue la pieza clave para devolverle la alcaldía a la popular Belén Cachafeiro. Pichel pide un informe genérico sobre los derechos del concejal no adscrito y otro más específico sobre la legalidad de las cantidades que percibirá por su asistencia a las juntas de gobierno.

La nueva alcaldesa ha nombrado a Rafael Fiestras tercer teniente de alcalde, convirtiéndolo en uno de los cuatro integrantes de la Xunta de Goberno Local, junto con los dos primeros tenientes de alcalde —los populares Alejo Vidal y Ricardo López— y con ella misma. Todos ellos y el resto de su equipo han renunciado a cobrar dedicaciones exclusivas o parciales por gobernar Forcarei. No obstante, como es habitual, sí cobrarán las asignaciones que les corresponden por la asistencia a las reuniones de la junta de gobierno local así como a los plenos y comisiones.

El gobierno de Cachafeiro ha fijado en 110 euros por concejal el pago por la asistencia a cada una de las juntas de gobierno, que se celebrarán todos los miércoles a las 18.30 horas. Y es aquí donde el PSOE aprecia irregularidades. La legislación antitransfuguismo impide que las personas que favorecen las mociones de censura puedan ver mejorado su estatus político o económico. Pichel recuerda que, durante su etapa de tercer teniente alcalde del PSOE —antes de ser expulsado del grupo— Rafael Fiestras, como integrante de la Xunta de Goberno Local socialista, percibía 70 euros. «Agora vai cobrar 110 polas asistencias á Xuntas de Goberno. Eso sería prevaricación», dice Pichel interpretando el incremento como una mejora del estatus económico del edil.

La alcaldesa popular contestó de forma tajante a las acusaciones de Pichel. «O seu goberno, que tanto gastou en asesores, debería telos aproveitado para asesorarse mellor, pero se vostede cre que é prevaricación, xa sabe onde está a xustiza. Nós temos informes de Secretaría —non de asesores externos coma os seus— que nos avalan. Rafael Fiestras, se quixera, podería incluso ser alcalde ou primeiro tenente de alcalde. Pero se vostede cre que isto é prevaricación, non debe tardar en ir ao xulgado», retó Cachafeiro. «Vostede estaba desexando que nos puxeramos soldos para poder criticar, pero este é un goberno para gobernar Forcarei», dijo.

Pichel, por su parte, aprovechó el debate de cada uno de los puntos del pleno de Organización —en el que quedó fijada la operativa del nuevo gobierno— para insistir una y otra vez en que «consideramos que sodes un goberno ilexítimo que non foi o que elixiron os veciños».

PSOE y BNG criticaron la delegación de algunas competencias del pleno en la junta de gobierno local, interpretándola como un intento de esquivar la labor fiscalizadora de la oposición, mientras que la alcaldesa la justificó en la necesidad de agilizar el trabajo. «Temos moito traballo por diante e non podemos esperar a convocar un pleno cada dous meses para trámites que levan seis anos sen facer. Imos demostrar a nosa capacidade de traballo coas ferramentas que a lei nos da», dijo.

Cambio de día del pleno

Los socialistas votaron también en contra del cambio de las sesiones plenarias al último miércoles de los meses impares a las 17.00 horas, criticando que la modificación se lleve adelante de forma unilateral y sin consulta previa y asegurando que busca dificultar la participación.

 

Un tira y afloja por el Facebook del Concello que acaba como empezó: con el gobierno sin claves

La alcaldesa de Forcarei, Belén Cachafeiro, aprovechó el pleno de Organización para intentar hacer un traspaso de poderes que no hubo todavía. Cachafeiro recordó que, cuando Pichel accedió a la alcaldía en el 2019, se sentó con ella para explicarle en qué punto quedaban los asuntos municipales y entregarle las claves del Facebook del Concello. La alcaldesa criticó que esta vez, un mes después del cambio de gobierno, «a páxina de Facebook do Concello segue secuestrada».« É unha páxina pagada por todos os veciños. A súa actitude infantil non é normal e prexudica a todos», le dijo a Pichel preguntándole si al fin iba a proporcionar las claves «ou vainos obrigar a ir ao xulgado, que non queremos?».

Diez días de plazo

Pichel informó de que el día 22 de agosto recibió un correo en el que se le solicitaban unas llaves de dependencias municipales —que según avanzó no tiene— y las claves del Facebook. «Teño dez días hábiles para responder e non se preocupe que lle responderei», dijo. «Piden as supostas claves. Estránanos porque antes decíannos que era un medio de propaganda e agora se ve que queren usalo eles», indicó Pichel al finalizar el pleno.

Cachafeiro, destacó que, si no se le pidieron antes por escrito a la alcaldesa saliente fue por respetar sus vacaciones y subrayó que está claro que la socialista no las quiere ceder. «Os veciños teñen dereito a recibir información a través desa páxina creada sendo eu alcaldesa no 2019», le recordó.

El rifirrafe duró un rato, pero el pleno terminó como había empezado, con el gobierno sin acceso a las redes municipales.

Un nuevo presupuesto tras seis años

Forcarei aprobó ayer su presupuesto para el 2025 con los votos del PP y el edil no adscrito, la abstención del BNG y el voto en contra del PSOE. Las cuentas —las primeras aprobadas desde el 2019— ascienden a 2,54 millones y buscan hacer frente a la «crítica situación das arcas municipales». No obstante, según la portavoz socialista, el Concello tiene suficiente liquidez, «só teñen que saber xestionar e consignar adecuadamente as partidas». Pichel aseguró que el SAF precisa 535.000 euros al año y se extrañó de que el nuevo gobierno consigne solo 279.545 euros precisamente después de justificar la urgencia de la aprobación de los presupuestos en la necesidad de blindar este servicio.

El PSOE también hizo notar que en las cuentas aparece una partida de 48.346 euros y 15.000 más de Seguridad Social de sueldos políticos y se pregunta para qué tal cantidad si el nuevo gobierno no tendrá dedicaciones y Pichel ha dejado de cobrar. La socialista dijo que solo en los seis primeros meses del año Cachafeiro cobró como diputada provincial 40.000 euros e indicó que, al cobrar comisiones por asistencias en el Concello, tendrá un buen sobresueldo. Le pidió que, aprovechando su vinculación a la Diputación, medie en el conflicto judicializado por la subvención para crear el Centro de Día en la Casa da Xuventude. La Diputación del PSOE había concedido 500.000 euros y al pasar al PP la ayuda quedó en 130.000. El Concello le reclama el resto.

El BNG se abstuvo en la votación de los presupuestos por entender que «é importante que haxa orzamentos actualizados, aínda que sexan malos coma estes». El nacionalista Roberto Jorge Correa lamentó «que se perdan as subvencións ás asociacións polas que tanto loitamos» y concedió 100 días de gracia al nuevo gobierno «para que se poña ao día».

Una galería de alcaldes y un marco con los días contados

En el cruce de dedicatorias entre la alcaldesa saliente y la entrante no faltaron alusiones al ego de la primera. En un momento en el que Pichel acusó a Cachafeiro de contradecirse en sus declaraciones y de mentir, la alcaldesa dijo tajante: «Non vou permitir que me chame mentirosa, porque xamais na vida mentín». Quizás inspirada por la galería de fotos de alcaldes de Forcarei que decora la sala, Cachafeiro le dijo a Pichel: «Vostede non merece ese marco. Merece estar nunha vitrina polo seu ego e infantilismo». La alcaldesa aprovechó para anunciarle a Pichel que va a cambiar el marco de su foto por uno como el del resto de alcaldes. «Vouna quitar e poñer no sitio que lle corresponde. Vostede non é máis que ninguén. Nin eu. Somos todos iguais», dijo.