Hostias sin gluten de Italia o de Valencia para las eucaristías

Rocío Perez Ramos
Rocío ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

cedida

Las parroquias ofrecen esta opción a los feligreses celíacos en las misas diarias

23 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque la celiaquía existe desde hace aproximadamente dos mil años y las primeras descripciones de la enfermedad fueron realizadas en los siglos I y II después de Cristo por el médico Aretaeus de Capadocia, tuvieron que pasan siglos para ir avanzando en la comprensión y conocimiento de las causas y los tratamientos. El médico holandés Willem Karel Dicke, durante la Segunda Guerra Mundial, observó que la escasez de trigo mejoraba los síntomas en niños y en 1950 demostró que la exclusión de trigo, avena y centeno era efectiva. Un descubrimiento que llevó al reconocimiento de una dieta estricta sin gluten como el único tratamiento existente hoy en día.

En las últimas décadas, las intolerancias y las alergias alimentarias son algo mucho más extendido y que se tiene en cuenta en todos los ámbitos sociales, desde los supermercados con ofertas específicas de productos, a los comedores escolares donde se tienen en cuenta las necesidades de cada niño.

De ahí que no sea raro también que los celíacos sean tenidos en cuenta también por la Iglesia, ya que el pan, en forma de hostia consagrada, constituye una parte esencial de la eucaristía. En los últimos años las partículas sagradas aptas para celíacos se han hecho un hueco en los oficios religiosos y se ofrecen a los fieles en distintas parroquias de la zona para que los que padecen esta dolencia puedan comulgar al igual que los demás.

En el santuario de O Corpiño, de Lalín, uno de los templos de la zona que cuenta con una mayor afluencia de fieles, la oferta de este tipo de pan ácimo se realiza a diario.

El rector del santuario, José Criado, explica que «todos os días na misa ofrecemos a posibilidade e lle dicimos a xente que queira comulgar e sexa celíaca que se poña ao final da fila». Después de impartir la comunión con hostias sagradas normales, las elaboradas con trigo, apunta Criado «eu o que fago é lavar as mans para sacar calquera resto de traza e de gluten, e unha vez que se lavan os dedos, cóllese a forma dun recipiente específico aillado».

Los sacerdotes de la zona explican que cada vez este tipo de intolerancia está más presente, en muchos casos en niños. Criado indica que «a intolerancia ao gluten é unha realidade que hai que atender porque esa xente loxicamente dereito a comulgar». Los párrocos adquieren este tipo de formas aptas para celíacos en diferentes establecimientos. El párroco de Lalín, Marcos Torres, comenta que están disponibles en las tiendas donde venden otros productos religiosos como el vino de misa. En su caso, las que utiliza son de una empresa valenciana y en O Corpiño, el rector la compra directamente en Italia. En muchos casos se sirven en paquetes de 25 y vienen acompañadas de un recipiente donde aislarlas para evitar su contaminación con trazas u otros alimentos.

Un porcentaje ínfimo para que se sigan considerando pan por parte de la Iglesia

Aunque el porcentaje de personas que son celíacas es pequeño, en las iglesias se intenta atender a estos fieles. En la parroquia de As Dores, Marcos Torres, apunta que «teño unha nena que me axuda na misa os xoves e comulga a primeira porque é celíaca, e xa teño aparte un recipiente separado con ese tipo de formas para que comulgue». En casos de personas celíacas, apunta, «a Igrexa manda que se lle de un pouquiño do viño de misa» pero «nós temos partículas sen gluten». Cuenta que «en Madrid nalgunha parroquia usábase un cáliz pequeniño para ese fin e había persoas que traían o seu propio cáliz moi pequeno e logo o levaban para casa para que non se contaminase con nada». Antes de empezar la misa, apunta, «hai xente que che di que quere comulgar e é celíaca e xa lle pos unha partícula aparte nunca caixiña e conságrase».