La hamburguesa «pringada» que se come con guantes y arrasa en A Estrada

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

Adrián Freiría

Esta burguer bañada en queso cheddar fundido hace furor en Mr. Pizza

13 oct 2024 . Actualizado a las 16:21 h.

Los devotos del queso fundido tienen en el restaurante Mr. Pizza de A Estrada la tentación hecha hamburguesa. Lleva por nombre La Pringada y no es solo una forma de hablar. Comerse esta burguer sin ensuciarse es literalmente imposible. «Te ensucias las manos, la boca y media cara», confiesa Fran Penas, que, junto a su pareja, Luci Pereira, lleva cuatro años al frente del negocio. Para algunos clientes, mancharse es parte de la gracia que tiene pedir La Pringada. Para el resto, el local ha ideado un ritual que incluye el suministro de un par de guantes.

La Pringada entró en la carta de Mr. Pizza en julio del año pasado, cuando el local renovó su oferta y amplió su sección de hamburguesas clásicas con otras elaboraciones gourmet. «Fue un éxito. Aumentó mucho el público juvenil», dice Fran Penas encantado.

Hoy por hoy, La Pringada es, junto a la Doble Smash, una de las hamburguesas más solicitadas. Lleva un medallón de carne de ternera gallega de 200 gramos, doble de beicon tostado y doble de queso cheddar . Todo ello con cebolla crujiente y salsa y enmarcado en un delicioso brioche —un tipo de pan dulce— fabricado por una panadería de Bertamiráns. No obstante, lo más característico de esta contundente burguer es la cobertura exterior.

Una vez montada, la hamburguesa se presenta en un plato, sobre una cama de patatas fritas, y se le coloca a modo de corona un aro de emplatar de varios centímetros de altura. Dentro de él se vierten 120 gramos de queso cheddar recién fundido y, sobre toda la composición, un topping de chips de beicon. Ya solo queda retirar el aro para que la cobertura de queso bañe toda la hamburguesa, convirtiéndola en la más pringosa de toda la carta.

Después, el cliente puede elegir entre ponerse un par de guantes para llevarse a la boca el bocadillo sin ensuciarse o comerlo sin más, hundiendo los dedos en la cobertura de queso.

«Es una de las hamburguesas más solicitadas, pero te tiene que gustar mucho el queso. Para mí no es. Se me hace demasiado queso», cuenta Fran Penas. «A la gente le encanta. La mayoría la piden con guantes», explica.

Fran Penas cumple hoy exactamente cuatro años al frente de Mr. Pizza, un negocio que desde su estreno hace más de 30 años pasó por distintos dueños. «Nosotros inauguramos un 12 de octubre y empezamos a funcionar el 13. Hoy tendremos un detalle especial con los clientes de siempre», avanza.

Inicios complicados

«Los inicios no fueron fáciles. Ahora tengo un curso de pizzero y se puede decir que soy pizzero profesional, pero empecé de forma autodidacta. Antes de abrir estuvimos un mes haciendo pruebas y regalando pizzas al vecindario. A veces la masa se rompía... Pasamos muchos apuros, pero salimos adelante. La pizza de hoy es otra historia. Cuando miro para atrás me da la risa», cuenta Fran Penas.

Mr. Pizza tiene ahora ocho trabajadores en plantilla y una importante cartera de clientes fieles. Uno de sus grandes aciertos ha sido el reparto domiciliario también fuera del casco urbano. «Repartimos también en las parroquias, hasta a 10 kilómetros de distancia», explica Fran Penas. Más lejos no se puede, porque la comida no llegaría caliente.

El reparto a domicilio supera al consumo en el restaurante (calle Forcarei, 9) y el de pizzas sobrepasa con mucho al de hamburguesas. La oferta del local incluye además pinsas, sandwiches, bocadillos, nachos, pollo, pasta, ensaladas, raciones o postres. Con esta oferta y mucho trabajo la familia ha conseguido que el negocio vaya viento en popa. «Hay que darle a todo, que hay ocho hijos que mantener», dice Fran Penas.