Los enigmáticos cuadros de A Estrada son del pintor local Enrique Morales

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

cedida

Fue un prolífico artista aficionado que también firmó murales y caricaturas

12 feb 2025 . Actualizado a las 20:21 h.

Misterio resuelto. Los enigmáticos cuadros hallados en una casa recién comprada en A Estrada son obra de Enrique Morales Gómez, un artista aficionado que vivió en el inmueble, situado en el barrio de las Casas Baratas, y que falleció hace unos años.

La compradora de la vivienda, Ángeles Dapena, se había topado en la vivienda con una decena de obras firmadas con el nombre de Morales y sin fecha alguna que permitiese datarlos. La mujer quiso comprobar el valor de los cuadros e intentó por varios medios identificar al autor, pero no llegó a conseguirlo. Sin embargo, la publicación en la prensa este miércoles de su hallazgo, con la foto de los cuadros en cuestión, sirvió para arrojar luz sobre el asunto y para dar con el autor de los lienzos.

El autor de las obras no es otro que Enrique Morales Gómez, un carpintero estradense que trabajó en la fábrica de Campuzano y que era un gran aficionado a la pintura. Según cuenta su sobrino Benjamín, Enrique tuvo una vida llena de aventuras y un mérito especial como pintor. La Guerra Civil lo sorprendió haciendo el servicio militar en África y Enrique Morales tuvo que enrolarse en la batalla. «Él era rojo, pero le tocó en el otro bando. Aquello era así, donde te pillaba... Estaba en las posesiones españolas en África y desde allí se recorrió toda España. Estuvo en la Batalla del Ebro. Tenía muchas aventuras y siempre contaba anécdotas, pero nunca hablaba de la batalla. De los tiros no hablaba. Como muchos de su época, lo tenía como un tabú. Solo contaba anécdotas», recuerda el sobrino.

En el plano artístico, Enrique fue un artista prolífico. Además de la docena de obras que quedaron en su casa, muchos familiares conservan lienzos suyos. Según cuenta Benjamín, también fue el autor del mural del antiguo bar Venecia, en la calle Leicures, donde haciendo alusión al nombre pintó los canales venecianos que sirvieron de telón de fondo a muchas rondas de vinos.

Enrique Morales también pintó decenas de azulejos de los que antiguamente se colocaban en bares y casas, con dibujos, frases, refranes o chistes. «Le gustaban mucho los chistes. Siempre mandaba chistes a los programas de la radio, pero con un pseudónimo», cuenta su sobrino.

El artista también fue el autor de algunos carteles festivos —como el del San Xoán celebrado en su barrio en 1984? y colaboró en alguna ocasión en la decoración de las carrozas de la cabalgata de Reyes.

«Como pintor tenía un mérito especial porque no veía de un ojo. Por eso a veces las perspectivas se le atragantaban», cuenta el sobrino. Benjamín recuerda, sobre todo, las viñetas —muchas de contenido político— de su tío. Y las caricaturas. «Era muy buen caricaturista», subraya.

«Cuando estaba Castelao viviendo en A Estrada tenían los dos una especie de pelea. Se dejaban mensajes en las mesas de mármol de los bares a través de caricaturas y dibujos. Me lo contó el. Supongo que sería verdad», dice Benjamín.

De Enrique Morales hay incluso un par de obras entre los fondos del Museo do Pobo Estradense Manuel Reimóndez Portela, donadas en la época en la que era director Olimpio Arca Caldas.