«Por fin la mujer hace un tratamiento en cabina sin tener remordimientos»

A ESTRADA

Isola Campos abrió el primer centro estético de A Estrada hace 25 años y revolucionó el sector
18 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Hace 25 años la estética estaba en pañales en A Estrada. Había algunas cabinas vinculadas a peluquerías o tiendas de cosmética, pero no existía un centro de estética como tal, con entidad propia, con servicios múltiples y luciendo escaparate independiente en un bajo comercial.
Isola Campos Rodríguez (Santiago, 1976) fue pionera al abrir el centro estético Añil en el número 8 de la calle Pérez Viondi. Había crecido en Compostela, pero tenía una fuerte vinculación con A Estrada, de donde eran originarios sus abuelos. El precio prohibitivo de los bajos en Santiago y el tirón sentimental acabaron arrastrando a la esteticista a A Estrada, donde su negocio no pudo ser mejor recibido.
Para Isola la estética no fue la primera opción. No era la típica niña que se pinta las uñas los fines de semana y sueña con ser maquilladora. Isola, que estudió en los colegios La Enseñanza y Alca, con lo que soñaba de pequeña era con ser enfermera. O piloto de un caza. La segunda opción la descartó con los años. Para la primera, no le alcanzó la nota media que se pedía en aquellos años.
Fue entonces cuando volvió la vista a la FP. «Quería hacer fisioterapia, auxiliar de clínica, protésico dental, anatomía patológica o algún ciclo desde donde después pudiese acceder a enfermería. Pero al final en Lamas de Abade no había plazas disponibles y la chica de recepción me sugirió que me metiese en estética. Me dijo que seguramente luego habría bajas y me podría cambiar», explica.
Lo que no se esperaba Isola era acabar enganchándose a la estética. «Tuve una profesora de 10 que me motivó para seguir y para terminar. Al final descubrí que la estética no era lo que yo pensaba. No era solo pintar uñas. Tenía mucho más campo y aún estaba empezando. Hoy la estética es un monstruo que casi se ha comido a la peluquería», explica la esteticista. «Antes ibas a un congreso y la estética estaba en un rincón. Era casi todo peluquería. Hoy en día es al revés», comenta.
Isola Campos terminó felizmente su ciclo superior de estética haciendo prácticas de maquillaje profesional en la TVG. Después, se especializó en maquillaje en las academias de Make up forever en Barcelona y de Kryolan en Madrid. Fueron los primeros pasos de un oficio que exige formación continua para conocer las nuevas técnicas o ponerse al día en las últimas tendencias.
La estradense no se lanzó directa al emprendimiento. Primero se curtió como maquilladora en especiales de la TVG y del Xacobeo y trabajando como esteticista en Maica Peluqueros (Santiago), en Ives Rocher y en los centros de belleza de El Corte Inglés. Tras ese periplo profesional, Isola Campos se sintió lista para emprender.
Pionera en Galicia
«La estética aquí estaba empezando, pero yo viajaba y veía que la estética tenía que ser otra cosa. Más faciales, más medicina estética... Luchando como una campeona conseguí abrir un centro estético como quería. Un centro independiente, con cabinas independientes y con un protagonismo que hoy es normal, pero que hace 25 años no lo era. Entonces creo que solo había cuatro centros de belleza de este tipo en toda Galicia. Y me paso, porque alguno estaba en una primera planta, no en un bajo», recuerda.
Añil abrió el 17 de junio del año 2000 ofreciendo tratamientos faciales, manicuras y pedicuras, permanente de pestañas, tratamientos corporales, corporales y dos equipos de presoterapia y electroestimulaciones. Aquello fue una revolución. «La gente no sabía lo que era un centro de belleza. Alguna gente que pasaba por la calle me preguntaba si era una farmacia», recuerda Isola. Después fueron llegando el solarium y otros tratamientos. «Siempre me adelanté a lo que iba a venir. Veo lo que está entrando en otros lados y suelo tener buen ojo para eso», cuenta la empresaria.
Según explica, en estos 25 años el cambio ha sido radical. «La gente antes apenas hacía pies, por ejemplo. Pero hoy hay muchos servicios de belleza que ya son imprescindibles», explica.
Hoy Añil ofrece una amplia carta de tratamientos y cuenta con seis profesionales, entre ellas Susana Campos y Patricia Míguez, que llevan dos décadas en la empresa y ya son marca de la casa, y Alba Neira, que se incorporó más recientemente.
El centro ofrece manicuras clásicas, maquillajes, faciales médico estéticos con firmas punteras como Germaine de Capuccine o Natura Bissé y tratatamientos corporales serios con la aparatología más avanzada, entre otros servicios. «Estamos más enfocadas a la estética de cuidado, de bienestar, de placer. La piel no es solo estética. Al final es un órgano, es salud. Pero también te vienes a dar un gusto. Un capricho», explica Isola.
En ese sentido el sector ha dado un paso de gigante. «Por fin la mujer viene a hacerse un tratamiento de cabina sin tener remordimientos. La gente mayor viene solo porque se lo regalan los hijos. Se olvida de que necesita un mimo. Ya no es solo el cuidado físico para verse mejor estéticamente, sino también a nivel salud y mental. La mujer al fin se ha reconciliado consigo misma», comenta Isola orgullosa.
Un sorteo en junio entre la clientela para agradecer más de dos décadas de fidelidad
Isola Campos está encantada con la acogida que los estradenses le brindaron desde siempre a su centro de estética. Para agradecer el respaldo y la fidelidad de la clientela durante este primer cuarto de siglo, Añil ha organizado un sorteo de productos y tratamientos que se celebrará el 17 de junio, coincidiendo con la fecha en la que el negocio abrió en el 2000. «Todo el mundo me decía que tenía que abrir antes de las fiestas del San Paio», recuerda.
Ese día, Añil sorteará entre su clientela cinco cremas de la marca Germaine de Capuccine, cinco tratamientos de presoterapia y cinco mascarillas de colágeno. Además, entre los clientes con servicios que superen los 30 euros se sorteará una estancia con desayuno en un establecimiento de la red de Paradores.
A mayores, el negocio organiza periódicamente sorteos en sus redes sociales, como los cursos Beatiful party, en los que se explica qué productos se adecúan mejor a cada tipo de piel y se enseña la forma correcta de aplicarlos.
«Hay muchas horas de trabajo duro detrás, pero es un lujo que el cliente confíe de esta manera en ti y queremos agradecerlo de alguna manera», explica Isola feliz por el aniversario.