Dolores y Rosario Gamallo se dedican a la venta de leña y Marisa Diéguez cosecha manzana sidrera: todas se han coronado en un sector masculino
16 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Nada mejor para celebrar el Día da Muller Rural que escuchar a las mujeres que viven y trabajan en el medio rural. Solo ellas pueden hablar con conocimiento de causa.
En A Estrada, la productora de manzana sidrera Marisa Diéguez López y las hermanas Dolores y Rosario Gamallo Gañete, que se dedican a la venta de leña para cocinas y chimeneas, tomaron la palabra ayer en la sala Mome para hablar de las ventajas y los tropiezos que se encuentra en el día a día una mujer convencida de querer vivir pegada a su aldea. Lo hicieron por la tarde, tras una mañana en la que el Novo Mercado acogió un showcooking con productos de proximidad y presencia de la conselleira María José Gómez, que subrayó el papel de las mujeres rurales y su contribución al sector agroganadero.
Marisa Diéguez López (Callobre, 1960) es la viva imagen de la mujer rural polivalente. Antaño trabajó como repartidora de pan y como costurera para varias fábricas y compaginó esos quehaceres con la ganadería doméstica y las tareas del hogar. En el año 2013 debutó en el sector frutícola, en la campaña de recogida de la manzana de sidra. Algunos productores con ganas de jubilarse la animaron a alquilar sus pomares y ella se lanzó. Así fue como en el año 2017 entró como socia de la cooperativa Ullama y como ha llegado a gestionar cinco hectáreas de plantaciones. Tres son alquiladas, en las zonas de Baloira, San Pedro de Ancorados o Lagartóns y otras dos son plantaciones propias en su parroquia. La producción la vende íntegramente a Custom Drinks, la planta de Chantada que elabora la marca de sidra gallega Maeloc, del grupo Estrella Galicia.
Marisa, que en la actualidad es también vocal de la cooperativa Ullama, se siente una mujer rural de los pies a la cabeza. No obstante, no le gusta que se la ponga como ejemplo de nada ni quiere hablar en representación de nadie. «Eu represéntome a min mesma e xa bo é», dice riendo. «Son unha traballadora máis, unha socia máis da cooperativa e unha integrante máis da directiva», cuenta.
Marisa está feliz con su negocio rural. «O traballo no campo é duro, pero tamén é certo que agora temos estes días apurados coa recollida, pero despois ao longo do ano organízaste ti. Non tes que ter un horario fixo», comenta.
Marisa tiene clarísimo es que es mujer de aldea. «Nacín na aldea, vivo na aldea e quero morrer na aldea», sentencia.
De la misma pasta son las hermanas Dolores y Rosario Gamallo Gañete, que hace doce años desembarcaron en un sector masculinizado para darle el relevo a su padre, Manuel Gamallo. Dolores y Rosario dejaron de lado sus trabajos anteriores como enfermera y modista para ponerse a fabricar leña en Ribeira de Abaixo y a repartirla a domicilio para alimentar chimeneas.
Dolores, Rosario y Marisa son tres reinas del rural estradense que no necesitan ningún príncipe para coronarse.