Cerdedo inicia la fusión con Cotobade pero la condiciona al respaldo vecinal
CERDEDO
Balseiros promete «pulsar a opinión» y cancelar la unión si no hay apoyo mayoritario
04 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El Concello de Cerdedo aprobó ayer el inicio de los trámites para fusionarse con el de Cotobade en un pleno concurrido y mediático en el que hubo momentos de alta tensión. La fusión salió adelante con seis votos a favor del PP y dos en contra del PSOE. Uno de los ediles del grupo de gobierno popular, Agustín Troitiño, no asistió a la sesión. El alcalde, José Balseiros, disculpó su ausencia por motivos familiares.
Quién sí estuvo, en cambio, fue el alcalde de Cotobade, Jorge Cubela. Acompañado por la edil popular María Pichel, ofreció respaldo a su homólogo cerdedense en el primer trago amargo desde su anuncio de boda. Fue un respaldo testimonial, sin protagonismo alguno ni más intervención que un sonoro aplauso cuando Balseiros prometió una consulta vecinal sobre la fusión. Ahí la sala estalló en palmas de todos los colores. Balseiros dijo que «articularemos as medidas de consulta e participación que sexan necesarias e volveremos a convocar as reunións que se necesiten». No concretó la fórmula, pero al auditorio le bastó su palabra de paralizar el proceso si los cerdedenses no le ofrecen respaldo. «Non teño necesidade nin interese en empuxar á xente a facer o que non quere», dijo.
Concluida la sesión plenaria, Balseiros indicó que, a mayores del período de alegaciones que se abre ahora, los Concellos de Cerdedo y Cotobade articularán en coordinación con la Xunta -y con la oposición y la Diputación si lo desean- «un mecanismo para pulsar a opinión dos veciños». Dijo que no podrá ser un referendo pero prometió que será un sistema que muestre resultados objetivos y que, si estos no testimonian un apoyo general a la fusión, se paralizará el proceso. «Non se fará sequera con unha maioría raspada», aseguró.
El PSOE, contra la muerte lenta
Pese a este gesto tardío a favor de la participación ciudadana, el portavoz del PSOE, Xoel Vázquez, consideró la fusión como «unha estafa electoral», ya que el PP no la incluyó en su programa para las municipales pese a reconocer que ya entonces se estaba fraguando. Se mostró a favor de las fusiones, pero rechazó esta por estar «armada nos despachos», por ser «escura e caciquil» y por carecer de garantías para resolver el galopante proceso de despoblación. Xoel Vázquez sugirió que Balseiros tendría que haber dimitido si no se veía capaz de atajar la despoblación. Destacó que se habría mostrado a favor de una fusión que garantizase vida para Cerdedo. «Isto son coidados paliativos para que morra lentamente», dijo.
unión de concellos
El lobo de la «unión forzosa» y las verdades a medias
Dos de los reproches que la oposición y los vecinos hacen a la fusión son el secretismo y la urgencia con los que se fraguó y la carencia de una auditoría. Balseiros fue contundente en la respuesta, pero contó verdades a medias.
El secretismo lo justificó como una necesidad para que el proceso no fuese abortado y, la urgencia, por el temor a una fusión obligada. Balseiros no se cansó de hablar del lobo de las uniones forzadas. Dijo que la UE exige la fusión de Concellos pequeños y aseguró que teóricamente serán obligatorias desde este año. «Antes ou despois España terá que racionalizar a administración e a corda vai romper polos concellos pequenos», advirtió. «Eu non me vou quedar sentado agardando á fusión obrigatoria», declaró. «Non vou esperar a que apareza un decreto que diga que nos fusionemos co concello limítrofe de máis poboación», dijo.
Igual que hizo en las reuniones informativas celebradas en todas las parroquias, Balseiros repitió como un mantra que la fusión es la única forma de garantiza la pervivencia de los servicios. Garantizó que ningún vecino tendrá que desplazarse a Cotobade -que ostentará la capitalidad- para ninguna gestión, ya que el Concello seguirá abierto y con idéntico personal que ahora.
Balseiros, sin embargo, no explicó al auditorio que el mantenimiento del colegio público está en manos de la Xunta y que, aunque las prebendas del convenio de fusión garanticen el servicio a corto plazo, su futuro dependerá del número de matrículas, con fusión o sin ella. Tampoco aclaró que la comunidad escolar tendrá que decidir si seguir haciendo uso del IES de Forcarei o pedir la adscripción al de Cotobade y que la decisión mayoritaria tendrá que ser acatada por el resto, ya que solo habrá transporte escolar gratuito para el centro de referencia.
Exageró también al ejemplificar los peligros de convertirse en «parroquia estradense», destacando que, en Sabucedo, son los vecinos los que ponen las bombillas para garantizar el alumbrado público.
«Os veciños dinme que na Estrada non pintamos nada»
El carácter arbitrario de la unión con Cotobade es otro de los puntos que se le critican a la fusión. Balseiros afirmó rotundamente que «Cerdedo vive de cara a Pontevedra» y que apenas tiene relación con la capital de su comarca. Destacó que a A Estrada solo hay un bus los miércoles que «leva dous ou tres veciños, algúns de Codeseda e Sabucedo». «Nas reunións, os veciños dinme que na Estrada non pintamos nada», asegura Balseiros.
Respecto a la unión con Forcarei, Balseiros recordó que este municipio abandonó el Consorcio Conca do Lérez y, además, es más pequeño que Cotobade, con lo que «nun ano poderiamos volver a estar por baixo dos 5.000 habitantes».
Carteles en contra, amenazas de desalojo y alusiones al beso Iglesias-Domènech
Hacía años que no había un pleno tan animado en Cerdedo. El salón se llenó de público con carteles alusivos a la «fusión da traizón» y la «con-fusión» del proceso. Balseiros acusó al PSOE de movilizar al público y de hablar para las televisiones. «Faltoulle levantarse e darlle un abrazo e un bico», dijo e alusión al mediático episodio protagonizado por Pablo Iglesias y Domènech.
Las alusiones encendieron al público. Una vecina criticó al alcalde por vivir en Pontevedra y tener a sus hijos escolarizados allí. Alguien recordó por lo bajo que el portavoz del PSOE tampoco reside en Cerdedo. La exaltación fue a más y el alcalde amenazó con llamar a la Guardia Civil y suspender el pleno. La calma llegó cuando Balseiros prometió dar voz al público al final. Entonces la sesión pudo proseguir de forma más o menos ordenada, aunque siguió habiendo atropellos verbales y alguna intervención espontánea fuera de lugar. No faltaron momentos de auténtico caos en los que parte del auditorio gritaba no a la fusión y otra parte -menor- gritaba sí.
Tras la votación, Balseiros cumplió su palabra y dejó expresarse a quien quiso. Hablaron cinco personas, solo una empadronada en Cerdedo. Otra era residente en el municipio pero empadronada en Forcarei y, los tres restantes, habitantes de Cotobade. En el debate surgieron todo tipo de cuestiones: desde sensatos alegatos por una fusión con criterios meramente técnicos hasta los «qué hay de lo mío» inevitables en un pueblo pequeño.
Caramés, testigo en un día crucial
El ex alcalde de Cerdedo, José Luis Jorge Caramés, no quiso perderse el pleno en el que la corporación debatía sobre un asunto crucial para el futuro del municipio. Caramés, que llevó las riendas del Concello durante treinta años, es suegro de Balseiros y fue quien le entregó el bastón de mando el 7 de enero del 2005. Ayer volvió a coincidir con su yerno en el salón de plenos. Esta vez lo acompañó en los prolegómenos de su inevitable despedida como alcalde de Cerdedo. foto r. a.