Solo A Estrada, Lalín y Forcarei tendrán brigadas contra incendios

d. c. LALÍN / LA VOZ

LALÍN

E CUIÑA

Todos los municipios están adheridos al convenio de protección de las aldeas para la gestión de las fajas alrededor de las casas firmado por varias administraciones

23 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El verano ya está aquí y con él llega la lacra de los incendios. Intencionados o no, más o menos virulentos, lo cierto es que cada época estival las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes padecen el rigor de los fuegos forestales. Afortunadamente, salvo alguna excepción, en los últimos años la actividad piromántica se ha reducido notablemente y son pocos los episodios graves. Mucha culpa de que ello suceda la tienen los trabajos de prevención contra incendios que realizan los municipios a través de los acuerdos con la Consellería de Medio Rural, así como con otras administraciones. Dotar de profesionales y material para prevenir situaciones de riesgo se antoja fundamental.

Cada año por estas fechas los concellos suscriben con Medio Rural este tipo de acuerdos de cara a la temporada de incendios. Según la Xunta, todos los ayuntamientos de las comarcas están adheridos al convenio de protección de las aldeas para la gestión de las fajas secundarias, eso es los terrenos de biomasa que se encuentran próximos a las casas. Un acuerdo que firmaron en colaboración con el gobierno autonómico, la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) y la empresa Seaga.

Entre los diferentes convenios se encuentran uno destinado a financiar la contratación del personal que conforma las brigadas municipales, otro para sufragar el funcionamiento de las motobombas de agua y un tercero para costearse la realización de desbroces. En este punto es relevante indicar que solo los concellos de A Estrada, Lalín y Forcarei contarán en esta campaña con brigadas antiincendios.

Prevención

En el caso de A Estrada, firmó un convenio para motobomba dos brigadas y prevención. Se trata del concello con mayor dotación en este apartado. Por su parte, Lalín tiene un convenio para motobomba, una brigada y para la prevención de fuegos. Por último, Forcarei contará con brigada municipal y un acuerdo de prevención.

El resto de los municipios no dispondrán de brigadas, que pueden estar integradas por cuatro o cinco componentes. Rodeiro, Silleda y Vila de Cruces únicamente han acordado con la Consellería de Medio Rural la suscripción aún convenio para la prevención de incendios. En Agolada contarán con una motobomba, así como el acuerdo para evitar la propagación de fuegos. Finalmente, Dozón acordó el convenio para una motobomba.

Pladiga

El mes pasado la Xunta dio luz verde al Plan de prevención e defensa contra os incendios forestais en Galicia (Pladiga). El operativo estará integrado en total por más de 7.000 personas, contabilizando tanto los profesionales propios de la Xunta como los adscritos la otras Administraciones. En lo que respecta a los medios materiales del plan, este año se incorporan seis nuevas máquinas hidrostáticas polivalentes y 380 motobombas.

Dozón cuenta con la única parroquia de alto riesgo incendiario en las comarcas

Las parroquias de alta actividad incendiaria (PAAI) son aquellas incluidas en zonas declaradas como de alto riesgo que, por el número de incendios forestales reiterados o por su gran virulencia, precisen de medidas extraordinarias de prevención y de protección de los montes frente los fuegos. En las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes solo una parroquia está incluida en este registro, se trata de Santa María de Dozón. Este lugar se mantienen en el listado por el número de incendios registrados, que según los cálculos de Medio Rural, fueron 30 en el último lustro con 88,28 hectáreas de monte en los últimos diez años.

El número total es de 40 parroquias, un número que se mantienen con la incorporación de Santa Baia de Boiro (Boiro), Sano Millao (Cualedro) y Santigoso (A Mezquita).

Descenso notable de la superficie quemada en el 2023 con solo 10 incendios considerados forestales

Siguiendo la tendencia de los últimos años, en la zona se ha reducido drásticamente el número de incendios. A lo largo del 2023 se redujo en un 85 % la superficie de monte quemada respecto al 2022. Únicamente se registraron 35 fuegos, de los que una decena fueron considerados incendios forestales. Asimismo, la cantidad quemada rondó las 69 hectáreas.

Desde el 2016 todos los registros de la Consellería de Medio Rural son muy superiores con 172, 21 hectáreas quemadas en el 2016, 154, 88 en el 2018 y 262,24 en el 2019. El 2020 influyó la pandemia y el confinamiento que conllevó. Unas circunstancias que ayudaron a que hubiera menos actividad y se tradujera en un menor número de incendios. Pese a todo, ese año ardieron en las dos comarcas 116,85 hectáreas, mientras que en el 2021, aún en pandemia la cifra se elevó a 211,82 pasando a esas 508,32 hectáreas calcinadas del 2022. La mayor parte se correspondió con masas forestales. El pasado año ardieron 208,93 hectáreas que junto con las 298,24 hectáreas que se quemaron en el 2017 constituyen las cifras más altas que registró la Xunta desde el 2016.