Lagazós festeja la cerveza con la tercera Oktoberfest Toupiña

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

Cedida

Disfraces, gastronomía y música en una celebración familiar

20 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Carlos Brea celebró ayer en las instalaciones de su fábrica de cerveza Toupiña en Lagazós (Lalín) la tercera edición del Oktoberfest. Una celebración que contó con alrededor de un centenar de participantes en un festejo abierto a las familias y personas de todas las edades y que combina actividades, gastronomía y música. La fiesta exige código de vestimenta: un disfraz que tenga que ver con la cerveza. Este año, comenta Brea, hubo un poco de todo «desde monxes (un atuendo también elegido por él) ata unha persoa que viña vestida de participante nas manifestacións de Estados Unidos contra a lei seca». Y es que todo vale. No faltaron numerosos tiroleses y tirolesas de traje típico emulando las celebraciones alemanas de la cerveza típicas de este mes en muchas ciudades.

Entre los asistentes se encontraba el alcalde de Lalín, que acudió con su mujer y un grupo de amigos, eligiendo la temática galaico-escocesa. En su caso, de gaiteiro de cintura para arriba y falda escocesa completando el atuendo.

Diego Sieiro, Vito da Silva y Antón ofrecieron un concierto y por la tarde la fiesta continuaba animada por algunos asistentes que se llevaron diferentes instrumentos: desde el violín a la flauta pasando por la guitarra.

A la comida le siguieron los tradicionales concursos de beber cerveza y de cachorros consiste en comer perritos calientes. Por la noche estaba previsto que los DJ Tito y María fueran los encargados de continuar amenizando la jornada. Brea se mostró satisfecho de esta divertida celebración que sirve también para que los asistentes conozcan la fábrica lalinense caten diferentes tipos de cerveza (ayer se ofrecían seis e hidromiel) y degusten diferentes platos en una demostración culinaria.

El propietario de Cervexa Toupiña destacó una edición que «pon a Lagazós no mapa» cervecero y que reunió a pandillas y familias llegadas desde diferentes puntos de Galicia. Para los pequeños estaban dirigidas una serie de actividades y talleres divertidos que también incluían maquillaje.