Peregrinación boirense a la capital del cocido con parada en Casa Currás

LALÍN

ARES

El alcalde de Boiro, José Ramón Romero, encabezó la expedición gastronómica

18 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Dice el refrán que desde San Amaro a San Valentín, cocido en Lalín, y la capital del Deza se convierte en la meca de quienes rinden culto al tradicional plato gallego. Y como buenos fieles, allá acuden cada año un grupo de boirenses, entre ellos el alcalde, José Ramón Romero, para cumplir con su gastronómica devoción, en la que se encuentran con otros boirenses de adopción, que aunque residen en Silleda, Arzúa, Santiago y otras latitudes, tienen como nexo común la villa barbanzana, donde unos viven, otros veranean y algunos acuden al mínimo toque de corneta culinario.

La idea partió hace unos años de Javier López Iglesias, secretario de organización de Unións Agrarias, que situó la parada obligada para «comulgar» con las mejores carnes del porco Casa Currás, lo que tampoco es casual, porque la familia propietaria del bonito restaurante también hace de Boiro su lugar de descanso cuando la ocupación hostelera se lo permite, lo que no ocurre por estas fechas, porque, como es lógico, atienden la temporada alta del cocido en uno de los mejores templos para despacharse a gusto con las mejores viandas de la redonda.

Una sabrosa sopa de cocido para empezar, antes de recibir exquisitas carnes, verduras y patatas y rematar con una variedad de postres, todo servido de forma elegante y en bandejas pequeñas para que el comensal no empache con la mirada, y con reposición hasta decir basta. Se trata de una divertida y opípara peregrinación que culmina con fotos con los cerdos de fibra que abundan por las calles de Lalín.