
Más de 200 estudiantes disfrutaron de un amplio programa de actividades
31 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El edificio multiusos de la rúa Rivero de Lalín se convirtió ayer en un bullir de proyectos científicos, puestos y actividades que tenían como objetivo despertar en los alumnos el espíritu investigador. Por la mañana fueron 220 los estudiantes y alrededor de 240 personas, contando con docentes y monitores, los que disfrutaron de esta feria científica organizada por la Universidad de Vigo que se desarrolló bajo el título de Ciencia de ida e volta y en la que se puso de manifiesto que la ciencia que viene tiene nombre de mujer.
Mónica Valderrama Santomé, vicerrectora de Comunicación e Relacións Institucionais, comentaba ayer que «había profes que estaban dicindo que querían volver. A experiencia foi para os alumnos moi interesante porque o final deste xeito tan lúdico é como se chega á rapazada». Los participantes «puideron tocar, levar cousas para a casa, algún agasallo, e puideron falar coas persoas que están involucradas nesa investigación ou nesa área de coñecemento», explicó.
Valderrama Santomé destaca que «dende que foi a pandemia percibimos o valor da investigación. A investigación conleva transferencia é divulgación porque o que se fai no laboratorio se non se leva á rúa, aos bares, non transcende e é importante».
Resaltó la importancia de fomentar esas inquietudes científicas entre los jóvenes y «espertar vocacións con referentes próximos porque aquí as investigadoras e investigadores que hai por aquí son da casa e moitos deles están en ránkings moi ben posicionados». En la feria, explica, «parece que están aquí con un amigo, alguén que ven como alguén moi cercano e esa cercanía fai que podan entender o que se está a facer cunha linguaxe máis sinxela».
En la feria, que por la tarde estuvo abierta al público en general, estuvieron estudiantes de los colegios Varela Buxán de Cercio, Xesús Golmar, Manuel Rivero, Vicente Arias de la Maza de Vilatuxe, del Xoaquín Loriga de Prado y Scientia Lalín, además de alumnado del instituto Ramón Aller Ulloa.
Mónica Valderrama explicó que los talleres que se pusieron en marcha incidieron en cuestiones importantes como es el hecho de «contrastar, buscar as fontes... porque o científico sempre está cheo de dúbidas e busca a verdade e non asevera de forma tan taxativa, espertando o espírito crítico buscando a verdade». Subrayando la importancia de hacer un esfuerzo por divulgar.
Danza, juegos para salvar la vida marina y alimentos con insectos
Desde la Unidade de Cultura Científica destacaron el interés mostrado por los alumnos en distintas actividades. El programa incluía actuaciones de danza, así como una serie de juegos. Uno de ellos consistía en una misión para salvar la vida marina y otro era una especie de juego de la oca que daba a conocer el recorrido vital del salmón, una especie amenazada. Se realizaban obras en 3D y la Diputación repartió material del 8M.
En cuanto a los puestos había uno destinado al cambio de objetos en buen estado para concienciar sobre la importancia de reutilizar. Había un mural colaborativo, una parte que les gustó mucho que consistía en jugar con la tierra para plantar y muchos puestos que tuvieron el foco en la sostenibilidad. Uno, ofrecía probar barritas y otros alimentos realizados con insectos. Los alumnos se animaron, y decían ayer, que les gustaran.