Amparo González: «El pago de alquileres centró la mayor parte de nuestra demanda anual»

amelia ferreiroa LALÍN / LA VOZ

SILLEDA

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Contabilizaron 169 ayudas a lo largo del 2024, con 102 en Silleda y 67 en Lalín

14 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

De una iniciativa de un grupo de personas que deseaban ayudar a quienes lo necesitaban nació Cáritas, cuya fecha de creación exacta se desconoce, pero lo que se mantuvo en el tiempo ha sido su filosofía de ayuda al prójimo. Cáritas Diocesana de Lugo, con más de 50 años de trayectoria, fue articulando una gran estructura de trabajo con equipos específicos en cada campo preparados para dar respuesta a las necesidades que se presentan. Todo ello en este año 2024 en el que 330 personas de la zona de Lalín y Silleda participaron en actividades de Cáritas Diocesana de Lugo, según avanzó su directora Amparo González, y se prestó ayuda a 169 vecinos de Lalín y Silleda.

—¿Cúales fueron las actividades realizadas en este ejercicio?

—Si hablamos de Cáritas Interparroquial de Silleda, y dentro del Programa de Acogida, tuvimos entrevistas semanales, visitas domiciliarias, hemos trabajado en tareas de orientación y acompañamiento y hemos ayudado en la cobertura de necesidades básicas de alimentación, vivienda, atención sanitaria y material escolar. Además, desde Cáritas se trabajó en coordinación con los trabajadores sociales del concello y de otras entidades de la zona. En el caso de Cáritas Parroquial de Lalín el programa ha sido el mismo, añadiendo talleres de economía doméstica y mejora de la calidad de la vivienda.

—¿A cuántas personas han prestado ayuda?

—Desde Cáritas Interparroquial de Silleda se realizó un acompañamiento a 37 personas, mientras que las ayudas se elevaron a un total de 102. Destacar que 33 fueron para algún tipo de suministro, 37 para sufragar alquileres, 24 se destinaron a alimentación y 8 para comprar bombonas. En Cáritas Parroquial de Lalín el número de personas atendidas fue mayor mientras que las ayudas fueron menores respecto del Concello de Silleda. En el municipio de Lalín las personas acompañadas fueron 74, y las ayudas se elevaron a 67 de las que la mayor parte; un total de 29 fueron para pagar alquileres, 22 se destinaron a comprar alimentos, 14 fueron para suministros y 2 para ayudar a sufragar material escolar. Las ayudas para pagar alquileres fueron en ambas localidades lo que centró la mayor parte de las demandas.

—Una de las novedades fue el Proyecto Acubillo Lalín, ¿pensado para las familias?

—Si, y con muy buena acogida. El objetivo general del proyecto es mejorar los niveles de inclusión social de las familias con niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad o exclusión social. Hemos realizado espacios familiares de 0 a 3 años con actividades con menores y sus familiares, habitualmente la madre, para apoyar de modo lúdico y comunitario la crianza y la creación del vínculo maternofilial. Tuvimos campamentos en régimen intensivo de pensión completa, para menores desde los 6 años, realizados en un entorno natural y en períodos de 3, 5, 7 o 14 días principalmente en verano. Las colonias urbanas gustaron mucho, en vacaciones escolares.

—Hablaba de ocio y tiempo libre, pero se centraron también en refuerzo educativo.

—Exacto. El aula abierta, ese espacio para hacer deberes, consultar dudas, aprender a organizarse, prestar libros, tuvo buen resultado al igual que el grupo de estudio asistido con actividades de apoyo a las tareas pero también en el seguimiento de la escolarización y el control de agenda con pequeños grupos de alumnos con niveles, dificultades y características similares o compatibles.

—¿La población, en general, sabe de todo lo que hacen?

—Posiblemente se desconozca bastante.

«Los recursos invertidos en la zona este año ascienden a más de 80.000 euros»

Mejorar la empleabilidad y facilitar la inserción social es otro de los objetivos de Cáritas Diocesana de Lugo que, en su servicio de orientación en la zona, atendió a 24 personas de las que 11 iniciaron un itinerario personalizado de inserción. «Hemos puesto en marcha un curso de operarios de limpieza, de 92 horas de duración, en el que participaron 10 personas siendo el 80 % mujeres. Conseguimos que hicieran prácticas en empresas de Lalín y Silleda gracias a la colaboración de 4 firmas. Además 3 personas formalizaron un contrato de trabajo en algún momento del proceso», explica con satisfacción Amparo González.

Preparar a personas para superar las pruebas de competencias claves también formó parte del programa de trabajo de Cáritas en este año, con la asistencia de 4 vecinos de los que 3 se presentaron al examen del pasado junio; «con resultados dispares, pero esperanzadores». Luchar contra la soledad no deseada de muchos mayores es otro del caballo de batalla de hombres y mujeres de Cáritas Diocesana de Lugo. «Muchos mayores quieren seguir viviendo en sus casas pero están solos, hay que respetar su voluntad y derecho, pero hemos acompañado a dos mujeres; ambas de 72 años, con patologías diagnosticadas, a las que se le ayudó en la organización de menús y acompañamiento a trámites o en el aseo de la vivienda», cuenta la directora de Cáritas.

Los recursos invertidos en la zona ascienden a más de 80.000 euros gracias al apoyo de la Consellería de Política Social, a través de las subvenciones del IRPF, Fondo Social Europeo, Fundación La Caixa y donaciones de particulares y empresas, y sin obviar el trabajo realizado por un amplio elenco de profesionales y voluntarios de la zona.