Una taxista localizó a un octogenario perdido de Cruces

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

VILA DE CRUCES

Miguel souto

La mujer le paró cuando caminaba por la carretera porque lo conocía y lo llevó a casa sin saber que lo estaban buscando

07 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Las fuerzas de seguridad pusieron en marcha un dispositivo de búsqueda de un octogenario de la parroquia de Salgueiros en Vila de Cruces después de que su familia diese la voz de alarma cuando regresaron a casa y el no estaba. Esto ocurría el viernes por la noche y el sábado a eso de las 8.00 horas, Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil y vecinos iniciaban las labores de búsqueda. A las 11.10 horas, una taxista, Lola Sánchez Barral, se encontraba con la carretera cortada y un despliegue de medios en el campo da festa de Salgueiros. Preguntó y buscaban a un vecino, el mismo que ella llevaba a casa y que iba sentado en uno de los asientos de atrás del taxi. Un poco antes, explica Lola, lo vio andando por la carretera de Merza a Sabrexo, a la altura de Cortizada, en Sabrexo.

Desde su casa a la zona donde lo encontraron Llevaba unas piñas y «dúas varas de dous metros» que dejaron porque no cabían en el vehículo. Explica que «eu o coñecía, sei pola súa familia que se despista a veces, e por iso lle parei. Pregunteille onde ía e dixo que a ía para casa, así que o subín o coche para levalo».

No era la primera vez, hace unos dos años, comenta, «ía a levar a miña nai a súa casa e o vin».

El viernes, apuntan desde Protección Civil de Vila de Cruces, el hombre, de 84 años, salió de casa a dar un paseo y a primera hora de la tarde lo volvieron a ver los vecinos y a última hora de la tarde hubo quien lo vio de nuevo por Merza. Al parecer cruzó la parroquia con las dos varas y una piña en el alto de cada una de ellas. La razón por la que llevaba los palos era la de varear las castañas.

Cuando lo abordó, Lola lo encontró «perfectamente» y no le notó nada, salvo que estaba algo despistado. Cuando llegaron al campo da festa, explican desde Protección Civil, la Guardia Civil se disponía a llamar al 061, pero el octogenario no quiso recibir asistencia sanitaria porque afirmaba que se encontraba perfectamente. Cuentan que pese a que tuvo que pasar la noche fuera «estaba fresco como unha leituga». Llevaba una camisa y un jersey y Lola cree que tuvo que haber dormido en alguna parte por que no lo notó lo cansado que debería con tanta caminata.

Estaba, dicen, a entre unos 11 y 15 kilómetros de su casa. Por los testimonios que luego las fuerzas de emergencias recabaron creen que anduvo en todo momento al lado de la carretera. Cuando apareció, algunos vecinos ya habían rastreado alguna zona próxima a su domicilio y se encontraron con dificultades para acceder al monte que estaba impracticable. Lola explica que «todos os días anda moito, sae pola mañá e vai as súas leiras, pero volve a comer e anda moito». Pese a que anduvo por zonas transitadas a nadie le llamó la atención su presencia ni dio el aviso hasta que Lola lo vio y le paró porque lo conocía a él y a su familia y lo llevó a casa. Lo que fue una suerte para una historia que acabó bien.