En el interior de Estados Unidos, la mayoría de los comentaristas y observadores coincidieron ayer en que la Casa Blanca está más pendiente de las elecciones parciales al Congreso que se celebrarán a finales de este año que de las repercusiones de la guerra del acero . Los lobby estadounidenses y los poderosos sindicatos industriales son los promotores del creciente proteccionismo norteamericano. Desde estados como Virginia Occidental, Pensilvania y Ohio, donde el de la siderometalurgia es un sector vital para sus economías, «las presiones han sido constantes y fortísimas», comentó ayer un alto cargo de la Embajada británica ante la Unión Europea (UE). Esos mismos estados, unidos a los de todo el Medio Oeste, jugaron un papel esencial en la elección de George Bush y «volverán a jugarlo en el 2004» si el tejano quiere ser reelegido, apostilló la misma fuente. Caída en Bolsa Las acciones del gigante europeo del acero Arcelor cayeron ayer en la Bolsa española otro 1,33%, descenso que se suma al desplome del 7,17% sufrido la víspera. Los títulos de su filial Aceralia retrocedieron un 2,16%. Por su parte, la cotización de Acerinox encajó una baja del 3,59%.