El Gobierno no prevé poner en marcha ningún plan de emergencia de suministro eléctrico. Así lo aseguró ayer el subdirector general de Política Energética, Antonio Luis Iglesias, quien participó en un seminario sobre los desafíos del nuevo marco energético en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. En ese contexto explicó que pese a que se está registrando una «máxima exigencia» de los consumidores como consecuencia de las altas temperaturas, «hay excedentes de cobertura». Respecto a los apagones que se produjeron en Sevilla durante la semana pasada, comentó que son «situaciones coyunturales», cuya responsabilidad atribuyó a las empresas distribuidoras. Asimismo, el presidente de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), Pedro María Meroño, quien intervino en ese mismo seminario, abogó por que los recursos recaudados por la factura eléctrica se destinen «íntegramente» a la adecuación de las redes actuales a la realidad del sistema. En este sentido, añadió que «ni un solo euro de ganancias debe salir del sector». Meroño defendió así el nuevo método de retribución que está elaborando el organismo que preside porque, según dijo, el actual «no incentiva la calidad del servicio». Aunque el presidente de la CNE señaló no ser partidario de imponer sanciones a las eléctricas, abogó sin embargo por que «la acomodación de las inversiones de las compañías a esta red de referencia sea objeto de premio», mientras que la no adecuación a la misma «suponga una menor retribución». Por otra parte, Loyola de Palacio, comisaria europea de Transportes y Energía, reclamó ayer a España un mayor esfuerzo en la promoción y desarrollo de las energías renovables. Así, advirtió de que ha detectado en los últimos dos meses un frenazo en el desarrollo de las infraestructuras del país, que podría degenerar en un «parón económico en cascada». Además, explicó que Europa debería replantearse su posición frente a Kioto, a la vista de las escasas posibilidades de que Rusia ratifique el tratado. Asimismo, subrayó la necesidad de buscar alternativas a las tradicionales fuentes de energía «dado el gravísimo problema del cambio climático, cuyos efectos empiezan a ser visibles.