British Airways busca socios para entrar en la pugna por el control de Iberia
ECONOMÍA
British Airways, primer accionista de Iberia (con el 10% del capital social) busca aliados, a ser posible financieros, que le permitan contrarrestar la propuesta del fondo de capital riesgo estadounidense Texas Pacific Group (TPG), que el viernes puso sobre la mesa su disposición a lanzar una oferta de compra por la compañía española a razón de 3,6 euros por título. En esa tarea, la aerolínea británica no descarta casi ninguna opción y, de momento, ha contratado al banco suizo de inversiones UBS para que la asesore, según el diario Financial Times . La entidad suiza ya conoce los puntos débiles de las cuentas de British -sus deudas acumuladas superan los 1.470 millones de euros, mientras que el déficit de su fondo de pensiones se acerca a los 3.100 millones-, lo que hace casi «necesario» que busque como socio a un grupo de capital privado que actuaría como inversor principal. No obstante, aún dispone de tiempo para preparar su contraataque: el fondo TPG se ha dado un plazo máximo de un mes para dar una respuesta a la compañía española, una vez que ésta le entregue la información requerida, a los que añadiría otros diez días si llegaran a presentar una opa. A favor de British juegan varias bazas. La aerolínea británica tiene derecho de tanteo sobre el 30% que controlan los accionistas de referencia de Iberia (entre ellos, Caja Madrid, BBVA y Logista/Altadis); y, además, la ley comunitaria obliga a que el socio mayoritario (al menos, con el 51% del capital) sea europeo, incluso español si pretende mantener a su vez los acuerdos bilaterales con Latinoamérica. Por si fuera poco, Texas Pacific, que ya controla la compañía American Airlines, tiene en marcha una opa sobre la australiana Qantas y participa también en la posible compra de Alitalia, lo que podría generar problemas de competencia si hay fusión. TPG, por su parte, mantendría la «españolidad» de Iberia en caso de que, al final, llegara a adquirir la compañía tras la presentación de una oferta de adquisición formal. Así se lo ha comunicado la propia aerolínea española al Ministerio de Fomento, con el fin de tranquilizar al Gobierno ante la posible venta de una de las principales empresas nacionales por un importe que superaría los 3.400 millones de euros. La propia ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, fue la que reveló ayer esos contactos con la compañía que preside Fernando Conte, con el fin de aclarar la posición del Ejecutivo ante «una operación entre empresas privadas [...] en un mercado abierto». «Siempre que se cumpla la normativa vigente», apuntó Álvarez, habrá «total respeto».