Alitalia se ve abocada a la quiebra tras fallar su última oportunidad venta

Efe

ECONOMÍA

Un grupo de empresarios nacionales que había mostrado interés por la compañía ha retirado la oferta de compra ante la falta de consenso entre los sindicatos.

18 sep 2008 . Actualizado a las 21:54 h.

La quiebra se cierne sobre la compañía de bandera italiana Alitalia después de fallar hoy su última oportunidad para ser vendida, al retirar la oferta de compra el grupo de empresarios nacionales que había mostrado interés ante la falta de consenso entre los sindicatos.

Tras semanas de múltiples y maratonianas reuniones, la Compañía Aérea Italiana (CAI), formada por un grupo de 18 empresarios italianos dispuestos a invertir 1.000 millones para comprar la aerolínea de bandera, perdió la paciencia y decidió retirarse.

Sólo tres (CISL, UIL y UGL) de los nueve sindicatos que representan a los trabajadores de Alitalia habían aprobado el plan industrial de la CAI.

Por su parte CGIL, el mayor sindicato del país, de orientación progresista, y los representantes de los pilotos, asistentes de vuelo y personal de tierra, presentaron una contrapropuesta y pidieron más tiempo a la CAI.

Pero los empresarios dijeron que no disponían de más tiempo. «La dramática situación económica de Alitalia y de los mercados internacionales no permite prolongar una negociación, en la que ya se habían otorgado numerosas concesiones», contestó en una nota la CAI, poniendo fin a la que parecía la única esperanza para la salvación de la compañía aérea.

El ministro de Trabajo, Maurizio Sacconi, anunció que «se abre el camino que lleva a la quiebra de todas las sociedades del grupo Alitalia, debido a la limitada liquidez de la aerolínea» y añadió que será inevitable un expediente de regulación de empleo.

Por su parte, Augusto Fantozzi, el comisario extraordinario nombrado por el Gobierno para gestionar la crisis de Alitalia, indicó, sin demasiadas esperanzas, «que la compañía aérea volará hasta que se acabe el dinero y después ya se verá».

Fantozzi ya había anunciado que existe el riesgo de tener que anular vuelos ante la falta de liquidez para comprar el combustible.

«Estamos ante una situación dramática, ante un precipicio», fueron las primeras palabras tras conocer la noticia del presidente del Gobierno de Italia, Silvio Berlusconi.

El Ejecutivo convocó inmediatamente una reunión con Fantozzi y los ministros de Trabajo, Maurizio Sacconi, y de Transportes, Altero Matteoli, para estudiar posibles alternativas que permitan evitar la quiebra de la aerolínea de bandera y la perdida del trabajo para sus cerca 18.000 trabajadores.

Mientras el Gobierno busca «milagros» de última hora, también ha comenzado la caza de los presuntos culpables del nuevo fracaso en la compra de Alitalia.

Tanto Berlusconi como el resto de miembros del Gobierno criticaron duramente a los pilotos y a la CGIL por no firmar el plan industrial propuesto por la CAI.

«Por la responsabilidad de unos pocos, pagarán muchos», afirmó, por su parte, el líder de Cisl, Raffaele Bonanni.

Los representantes de los pilotos aseguraron que se han limitado a defender la «dignidad» de los trabajadores, a quienes con el nuevo convenio colectivo se les obligaba a trabajar más por menos dinero.

Desde diciembre del 2006, primero con el Gobierno de Romano Prodi y después con Silvio Berlusconi, se ha intentado buscar sin éxito una solución para la supervivencia de la compañía aérea de bandera, que soportaba cerca de 1.172 millones de euros de endeudamiento y perdidas diarias de unos dos millones de euros, según los últimos resultados semestrales.

Se intentó primero con un concursó público para vender la cuota del 49,9% que el Estado italiano tiene en Alitalia, que quedó vacante por la retirada de todos los candidatos.

Después, en una segunda fase, la oferta de la compañía aérea franco-holandesa Air France-KLM fue elegida por Alitalia como la más adecuada para comenzar las negociaciones de adquisición, pero también acabó retirándose tras el rechazo de los sindicatos a su plan industrial y a los recortes de personal.

La posible venta de la aerolínea de bandera a Air France-KLM fue siempre criticada por Silvio Berlusconi, que tras su llegada al poder se movilizó para convencer a empresarios italianos a presentar una oferta que garantizase la «italianidad» de la aerolínea.