Alitalia anula vuelos mientras se intenta evitar su quiebra

María Signo

ECONOMÍA

20 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La primera consecuencia de la ruptura de las negociaciones para la venta de la compañía aérea Alitalia se hicieron sentir ayer con la cancelación de 20 vuelos, entre ellos uno con destino a Barcelona. Las causas no son claras y la aerolínea habla de «motivos técnicos». Al final del día el sindicato de pilotos y auxiliares de vuelo anunciaba su disposición a firmar el acuerdo con CAI (Compañía Aérea Italiana), con lo que se abre una puerta a la esperanza.

En tanto, en Italia arrecia la polémica y llueven las acusaciones entre sindicatos, gobierno y oposición mientras se intenta contra reloj llegar a una solución que impida la declaración de quiebra de la compañía. El ministro de Trabajo, Maurizio Sacconi, tras hablar de la «irresponsabilidad» de pilotos y auxiliares de vuelo, hizo un llamamiento al sindicato mayoritario Cgil, que el miércoles se negó a firmar el acuerdo, para que vuelva atrás en su decisión.

El líder del sindicato, Guillermo Epifani, quiso aclarar su posición mientras rechazaba las acusaciones de haber sido la causa de la ruptura: «Hemos firmado por el personal de tierra, que representa el 51% de los trabajadores, pero no pudimos firmar por el personal de vuelo, ya que no se puede firmar un acuerdo separado si se representa a menos de la mitad de los trabajadores». Para Epifani «ha sido la CAI la que se ha retirado porque no eran capaces de resolver el problema del personal de vuelo».

Los sindicatos de pilotos y auxiliares de vuelo son los más críticos con la privatización de Alitalia. Su postura intransigente ayudó a que en abril fracasara la venta a Air France, que contaba con el apoyo del Gobierno de Romano Prodi, pero que no era del gusto de Silvio Berlusconi, quien anunció su oposición si ganaba las elecciones. Los sindicatos que apoyaban la firma del acuerdo piden la celebración de un referendo para que «sean directamente los trabajadores los que decidan».

La búsqueda de empresarios italianos dispuestos a salvar Alitalia concentra la atención de Berlusconi, quien con la retirada de CAI se encuentra con problemas para cumplir una de sus promesas electorales.

El ministro de Economía, Giulio Tremonti, se apresuró a afirmar que la compañía «no será nacionalizada», mientras fuentes del gobierno confían en la vuelta de CAI a las negociaciones. Desde la oposición, a la que nunca le gustó la solución italiana, se critica al gobierno, al que acusan de «falta de profesionalidad» en todo el proceso de privatización.

Las opciones para salvar la aerolínea italiana solo pasan por encontrar un nuevo comprador. Los pilotos desean que sea una compañía extranjera la que garantice un plan industrial sólido. Se piensa en una vuelta de Air France o de una oferta de Lufthansa, aunque ambas compañías de momento no quieren hablar. La aerolínea alemana tenía que entrar como socio minoritario de CAI, por lo que ahora podría presentar una oferta de compra.

Quien sí ya ha declarado no estar interesada en Alitalia es Iberia. El comisario extraordinario, Augusto Fantozzi, explicó que se ha movido en esta dirección, pero no ha obtenido ninguna respuesta positiva de las compañías europeas. El principal problema al que se enfrenta Alitalia en estos momentos es la falta de liquidez, que podría dejar numerosos aviones en tierra por falta de fondos para pagar el carburante. El Gobierno italiano no puede inyectar más dinero en la compañía, ya que la legislación europea se lo prohíbe. La prensa italiana no excluía la posibilidad de que Fantozzi venda algunos sectores claves de Alitalia.

La falta de dinero también podría provocar la retirada de las licencias de vuelo. Vito Riggio, presidente de ENAC, ente para la aviación civil, aseguró que el lunes se empezará a examinar la situación de la compañía pero no se tomará una decisión antes de unos diez días. En previsión de lo que pueda ocurrir, los viajeros italianos han aumentado las reservas de trenes, sobre todo en las rutas que unen Roma y Milán.