Con el objetivo de dar un vuelco a la estrategia para conseguir «la excelencia en la gestión» e impulsar su crecimiento, José María Castellano fue nombrado ayer presidente del cableoperador ONO, en la que sustituye a Eugenio Galdón, fundador de la compañía, que continuará siendo miembro de su consejo de administración.? Precisamente en una larga reunión del máximo órgano de gestión, que duró tres horas y en la se reiteró el mantenimiento del expediente de regulación de empleo (ERE) previsto sin modificación alguna, el nombramiento del nuevo presidente fue adoptado «por una amplia mayoría de los accionistas representados», según señaló la empresa en un comunicado.
Castellano, que asume con «efecto inmediato» el cargo, se enfrenta a la tarea de variar el sesgo de la gestión de ONO, con la que los inversores extranjeros ?-mayoritariamente grupos de capital riesgo que poseen el 68,4% de la compañía- no estaban satisfechos, y por la que estaban enfrentados a los socios respaldaban al anterior presidente.
«Los accionistas mayoritarios querían un cambio de rumbo porque la empresa no había obtenido los resultados esperados. Los ingresos llevaban estancados en torno a los 1.700 millones de euros en los tres últimos años, mientras que el PIB del país estaba creciendo a ritmos del 3,8%. De ahí el cambio», explicó Castellano.
Además del volumen de negocio, la estrategia a seguir ante la magnitud del endeudamiento del mayor operador de banda ancha por cable de España fue otro de los puntos de fricción entre los dos sectores de accionistas. Pese a tener garantizada la refinanciación de su deuda (más de 3.600 millones de euros) desde junio del pasado año, los vencimientos a los que debe hacer frente -este año 113 millones; 200 en el 2009; 418 en el 2010, y 500 en el 2011- la han abocado a rediseñar su estrategia de futuro. En ella se enmarca el ERE que afectará «como máximo» -según señaló ayer José María Castellano-a 1.300 trabajadores, el 30% de la plantilla total.
El nuevo presidente ejecutivo también disipó las dudas sobre la posible intención de los fondos de capital riesgo de abandonar la compañía. «No van a vender ni a corto ni a medio plazo», y a ello se comprometieron ayer, circunstancia que quedó recogida en el acta de la reunión, explicó.
Castellano también aseguró que nunca se ha debatido en el consejo de administración la posibilidad de comprar R, la operadora de cable implantada en Galicia. Junto con el ERE, otra de las actuaciones que se incluyen en la estrategia de futuro de ONO es la de «relajar» el desarrollo de infraestructuras, aunque sin llegar a frenarlo por completo.