El Santander prevé cerrar el año con 8.800 millones y ser «el mayor banco del mundo en beneficios»
ECONOMÍA
Prudencia y solidez son los dos pilares sobre los que el Santander trabaja para cerrar este ejercicio igual que en el 2008, como «el mayor banco del mundo en beneficios» si se excluye a los gigantes chinos. Así lo aseguró ayer el consejero delegado del grupo, Alfredo Sáenz, quien vaticinó que en el 2009 la entidad ganará al menos los mismos 8.876 millones del 2008, y repartirá entre sus accionistas, en efectivo, la mitad de ese dinero.
Al tiempo, y ante una recuperación económica incierta, el Santander reservará otros 10.000 millones de euros en provisiones para hacer frente a eventuales impagos o depreciaciones. Una política que continuará en el 2010.
El balance del primer semestre arroja un beneficio neto de 4.519 millones de euros, un 4,4% interanual menos, que se acompaña de dotaciones para insolvencias por casi la misma cantidad (4.626 millones). El banco logró entre abril y junio su segundo mejor trimestre de la historia, con un beneficio atribuido de 2.423 millones. «Unos resultados razonables, por no decir buenísimos», sentenció Sáenz.
El ejecutivo incidió en la condición de banco global del Santander al apuntar que tanto España, como el Reino Unido y Brasil aportan ya 1.000 millones de euros cada uno al resultado consolidado del grupo. Sobre el futuro, el ejecutivo abogó por tratar de sacar más rendimiento a los márgenes, poner un mayor énfasis en el control de costes, lograr unas mejores sinergias de sus últimas adquisiciones en el Reino Unido y gestionar mejor el riesgo, con una especial atención a las recuperaciones de morosos. «Me temo que en el 2010 también crecerá [la morosidad]», reconoció Sáenz; puede llegar al 3,35%, estimó.
La reestructuracion
La evolución del crédito, congelado en el primer semestre, preocupa al grupo, admitió el directivo, quien adelantó que las previsiones del banco pasan por un incremento «cero» en el monto prestado este año. Y sobre la inminente reordenación del sector financiero español, subrayó que el Santander «no jugará ningún papel».