La «atomización y desestructuración» de la industria láctea gallega, que no acaba de unirse para defender el producto galaico, son dos factores que impiden que esta pueda hacer frente a la competencia. En concreto, a las oleadas de productos transformados que llegan de fuera a precios bajos para cubrir el hueco que deja la escasa cuota de producción que tiene España, inferior a la cantidad de leche que consume todo el país. Fuentes de la Consellería de Medio Rural reconocen que ese es uno de los grandes problemas a los que se enfrenta en este momento el sector lácteo porque las industrias tratan de competir entre ellas intentando obtener más cuota de mercado en leche líquida envasada con marca blanca.
«O que ocorre en Galicia non ocorre en Italia, onde teñen un queixo cunha marca. Alí o produto de fóra entra cando acaban o que teñen», explican esas fuentes. En este sentido, apuntan también que, uniéndose, tendrían la oportunidad de transformar la leche líquida en productos industriales que luego podrían colocar en el mercado en función de la cotización mundial, obteniendo así un mayor beneficio.
Pero también es cierto que Galicia tiene ahora menos oportunidades. Después de que el Tribunal Europeo de la Competencia diera luz verde a la compra de Puleva por Lactalis, la compañía francesa es la primera en recogida de leche en la comunidad. Francia es excedentaria en producción y ello puede acabar teniendo consecuencias en los precios gallegos.