El Santander augura la desaparición inmediata de entidades «residuales»
04 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El presidente del Banco Santander aplaude sin reservas la nueva etapa de reestructuración del sector financiero, en la que el Gobierno y el supervisor han sometido a fuerte presión a las cajas de ahorros al imponerles mayores exigencias de capital si no quieren verse abocadas a una nacionalización temporal. Emilio Botín apuntó, en la presentación ayer de los resultados anuales del grupo, que algunas cajas residuales podrían desaparecer, mientras que una mayoría seguirán presentando una dura competencia. Celebró que el proceso emprendido pueda abrir la puerta a la entrada de otros bancos extranjeros y no descartó, en absoluto, que el Santander pueda invertir en una de las cajas de ahorros que saldrán a Bolsa.
«Nosotros anunciamos las cosas cuando las hacemos», se escudó, con el propósito de ocultar sus planes. Pero las intenciones quedaron al descubierto, porque previamente había reconocido que los requerimientos de capitalización de las entidades de ahorro «van a presentar grandes oportunidades a inversores nacionales y extranjeros», y el grupo Santander nunca deja de lado las ocasiones. «Estamos satisfechos de la regulación futura, las cajas de ahorros son importantes competidores, con redes de oficinas cuyo gran valor se va a ver reconocido con la salida a Bolsa», argumentó.
Pero Botín echó un jarro de agua fría a las protestas del presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, que se quejó del endurecimiento de las exigencias de capital que se van a imponer a las cajas, superiores a las de los bancos. «El criterio de a más riesgo, más capital, debe acabar por imponerse», insistió, a la vez que instó a que la recapitalización se haga solo con fondos privados.
El grupo Santander ganó 8.181 millones en el ejercicio 2010, un 8,5% menos que en el anterior, porque, según explicó el vicepresidente primero y consejero delegado, Alfredo Sáenz, las exigencias de mayores provisiones impuestas por el Banco de España el pasado verano tuvieron un impacto de 472 millones, reflejado en el tercer trimestre y en el conjunto del año.
Pese a la crisis económica, la red del banco en España logró contener el avance de la morosidad hasta una tasa del 4,24% ?frente al 3,41% de un año antes? si bien la cobertura retrocedió hasta el 58%. La entidad apunta que el pico de los deudores morosos podría producirse en los últimos meses del 2011. Pero España ya tiene cada vez menor peso en el resultado, del orden del 15%, y el Santander se beneficia de su condición de banco diversificado.