Carcesa, la empresa del grupo que lanzó la emisión de pagarés, presentó concurso ayer
18 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) cubrirá hasta cinco meses (150 días) de los salarios que Nueva Rumasa adeuda a sus trabajadores, y pasará a convertirse en acreedor del grupo de empresas de la familia Ruiz Mateos, según acordaron los responsables del fondo en una reunión mantenida con representantes sindicales.
Desde CC.??OO. se valoró la celeridad y la buena disposición del Fogasa para buscar una solución a la «difícil situación» que atraviesan los trabajadores, con varios meses de nóminas pendientes, entre otros conceptos salariales. En este sentido, el sindicato -que también se reunió con la ministra de Medio Ambiente, Rural y Marino, Rosa Aguilar- confía en que «impere el sentido común por parte de los gestores de Nueva Rumasa» y faciliten las conciliaciones oportunas, dada la oferta de colaboración del Fogasa para agilizar los expedientes y solventar lo más rápidamente posible los abonos pendientes a los trabajadores.
De hecho, los empleados que primero cobrarán sus salarios pendientes serán los de Dhul, pues esta ha sido la primera empresa en solicitar concurso de acreedores. Además, para que el Fogasa se subrogue en la deuda salarial es preciso que la administración concursal emita los correspondientes certificados de reconocimiento de lo que se adeuda a los trabajadores, algo que en el caso de Dhul ya se está tramitando.
Emisión de pagarés
A esta empresa se suma, desde ayer, otra de las compañías del grupo, Carnes y Conservas Españolas (Carcesa), que presentó concurso voluntario en el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Badajoz.
De hecho, Carcesa, con Apis y Fruco como marcas, es la empresa que lanzó una emisión de pagarés con la que captó más de 70 millones de euros de pequeños inversores que, pese al reclamo de que se destinarían a la adquisición de nuevas firmas, finalmente se emplearon en enjugar la abultada deuda del grupo con entidades financieras y fueron desviados a otras sociedades de Nueva Rumasa. Por lo que respecta a otras empresas, como Clesa, la solicitud de concurso de acreedores parece inminente, y aunque se esperaba para ayer, finalmente no se produjo.
Empresas «salvables»
Por su parte, el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, afirmó que muchas de las compañías empresas del grupo Ruiz-Mateos son «salvables», eso sí, siempre que se produzca un cambio en la gestión. De hecho, tal es el objetivo de los procesos concursales «en los que, una tras otra, van cayendo nuevas empresas del grupo».
En la rueda de prensa posterior a la primera reunión del grupo de expertos que diseñará el Fondo de Capitalización del Desempleo (la futura «hucha» a semejanza del modelo austríaco), Gómez apuntó al respecto de los problemas financieros de Nueva Rumasa, que su ministerio, junto con los de Economía y Medio Ambiente, Rural y Marino, además de las organizaciones sindicales, han creado un grupo de trabajo para ir «analizando» la situación de las empresas. «Nosotros somos de la opinión de que muchas de ellas, con un cambio de gestión, pueden ser salvadas y viables», añadió.