Las alternativas supondrían vender la entidad o depender de un gigante
12 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Con una cuota de negocio por encima del 42% en su comunidad de origen -una cifra insólita en el sector dentro de un único territorio- y una notable implantación en León (un 10% de cuota) y Asturias (alrededor de un 3%), Novacaixagalicia es la entidad financiera más relevante del noroeste español y una de las diez de mayor tamaño de toda España, contando aquí tanto bancos como cajas. Y la entidad apenas se ha resentido en sus seis primeros meses de vida, pese a las dificultades de la fusión.
Esos números, que se expusieron recientemente a varios inversores en Madrid en un encuentro con otras entidades, y esa condición de entidad fuerte e independiente en el noroeste están en el aire toda vez que la caja gallega precisa 2.622 millones de euros para alcanzar un 10,1% de capital principal y cumplir así sobradamente (le bastaría con un 8%) con los requisitos del Gobierno.
A escasos cuatro días para que el consejo de la caja aborde su conversión en banco, el único proyecto que permitiría mantener esa situación es el que encabeza el empresario gallego José María Castellano. Aspira el ejecutivo a presidir el futuro NCG Banco trayendo consigo a un grupo de inversores gallegos, nacionales y extranjeros que inyecten capital a la entidad y a reducir la presencia del FROB, es decir, de capital público, en la futura entidad a un máximo de 1.500 millones.
Las alternativas a ese plan son dos. Y en ambos casos las perspectivas a medio plazo son la deslocalización de la entidad o su venta en partes a inversores interesados. La vía del Banco Popular, que ha estudiado entrar en el capital con una pequeña participación para ir tomando más progresivamente, supondría que NCG Banco terminara convertida en la filial del tercer grupo financiero español, con sede en Madrid. Ya hay un precedente: el Banco de Galicia.
La otra alternativa es que el FROB ponga en su integridad esos 2.622 millones para, en el curso de dos o tres años (los plazos previstos en el real decreto de recapitalización), proceder a su venta a los inversores interesados en su parte de NCG Banco. De hecho, entidades bancarias españolas ya comentan en privado que el negocio interesante será cuando el Estado venda su participación en las cajas.