Bankia, el banco surgido de la alianza entre Caja Madrid, Bancaja y otras cinco pequeñas entidades y que ha recibido más de 4.400 millones en fondos públicos (el FROB I), obtuvo un beneficio neto de 205 millones de euros en el primer semestre del año. Un resultado que, como explicó el consejero delegado del grupo, Francisco Verdú, no tiene comparación posible con el año pasado, antes de la alianza y de que el banco cotizara en Bolsa.
El ejecutivo se mostró convencido de que la entidad doblará ese resultado a final del ejercicio. Y ello en un día un día pésimo para los mercados y en el que las acciones del banco perdieron un 0,68 % hasta los 3,66 euros por título. Ha perdido algo más de un 2?% en su primera semana en el parqué. Verdú defendió que la salida a Bolsa ha permitido a la entidad una inyección de fondos propios de 3.092 millones y mejorar su core capital hasta el 9,9 ?%. Sin desvelar cifras, el ejecutivo aseguró que el banco ofrecerá un dividendo «en línea con los mejores del sector».
En una presentación a analistas, Verdú dejó entrever que la lucha contra la morosidad va a ser una de las prioridades del banco presidido por Rodrigo Rato. Su tasa se sitúa en el 6,35 % de media, aunque la referida a promotores se eleva al 20,3?%. Para ello, el banco se aplicará en especial en la gestión de los premorosos o clientes en dificultades que podrían dejar de pagar, así como en la venta de activos.
Verdú da por hecho que los resultados de Bankia irán a más, según se vaya completando el proceso de integración de las siete cajas. Un movimiento en el banco ha cerrado ya 476 oficinas y ha reducido su plantilla en 2.879 personas.