Merkel mata la esperanza de un gran acuerdo en la cumbre del domingo

Mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Advierte que el «sueño» de que el lunes se haya solucionado todo no se va a cumplir

18 oct 2011 . Actualizado a las 11:56 h.

Si alguien pensaba que de la cumbre europea del domingo, en la que Grecia y el euro se juegan su futuro, se iban a alcanzar acuerdos de calado para avanzar en la solución de la crisis, ya puede ir olvidándose. Lo dijo ayer alto y claro la canciller alemana, Angela Merkel, pasando por alto las presiones recibidas el pasado fin de semana del G-20, al que se le está acabando la paciencia ante la parsimonia europea.

Por boca de su portavoz, Steffan Seibert, la jefa del Ejecutivo germano advirtió que «los sueños de que un nuevo paquete de medidas deje todo resuelto y concluido el próximo lunes no se van a cumplir». A lo más que se llegará, a tenor de sus palabras, es a dar «pasos importantes en un largo camino». La solución va, pues, para largo. Y tanto, porque, según Seibert, del Consejo Europeo saldrán «medidas importantes para trabajar a largo plazo, que llegarán el próximo año y a las que deberán seguir otras».

Peor aún lo pintó el ministro de Finanzas germano, el polémico Wolfgang Schäuble. «Los dirigentes de la UE no se van a poner de acuerdo sobre una solución definitiva el 23 de octubre», sentenció. Y eso que el sábado prometieron a sus socios del G-20 resultados «decisivos».

Lo que se espera de los líderes europeos son progresos en la segunda oleada de recapitalización de la banca y que se pongan de acuerdo para reforzar el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF). En el capítulo griego, las esperanzas están puestas en los avances hacia un segundo rescate y en una mayor participación de la banca en el salvamento heleno. Precisamente ayer, el Gobierno griego revisó nuevamente al alza las cifras de deuda y déficit correspondientes al 2010. La primera asciende a 329.400 millones de euros, equivalentes al 144,9 % del PIB (en vez del 142,8 %) y el segundo se eleva a 24.100 millones (el 10,6 %, en lugar del 10,5 %).

En cuanto a la recapitalización, la agencia de calificación de riesgos Moody?s se descolgó ayer afirmando que se traducirá solo en «un alivio temporal». Los analistas de la firma advierten que si Europa quiere alcanzar el éxito en tan complicada misión, el proceso no puede ser visto «como un juego de suma cero, donde los Gobiernos fortalezcan a las entidades a la par que se debilitan ellos mismos al brindarles apoyo». «Eso no ayudaría a los bancos, puesto que su fortaleza crediticia está íntimamente entrelazada con la de los Estados», añaden.

Por lo demás, los mercados se tomaron ayer la declaración de intenciones de Merkel como lo que es: un auténtico jarro de agua fría sobre la ilusión de una Europa unida y a la altura de las circunstancias.

Así las cosas, no es de extrañar que la prima de riesgo española trepara ayer hasta los 324 puntos básicos, frente a los 301 del cierre del pasado viernes, ni que el Ibex 35 pusiera fin a sus alegrías y acabara el día con un traspié del 1,24 %, otra vez por debajo de los 9.000 puntos.