Grecia llega a un acuerdo de recortes con la troika para evitar la quiebra
ECONOMÍA
El viceministro de trabajo anunció su dimisión en protesta contra las medidas pactadas
09 feb 2012 . Actualizado a las 21:37 h.Los partidos que conforman el Gobierno griego han logrado consensuar hoy un acuerdo sobre las nuevas medidas de austeridad exigidas por la «troika» a cambio de un nuevo préstamo internacional de 130.000 millones de euros que evite la bancarrota del país.
«Hay un acuerdo general de cara al Eurogrupo. Como es sabido, el programa viene con un acuerdo de crédito por el que Grecia será financiada con 130.000 millones de euros», explicó el primer ministro, Lukás Papadimos, en un comunicado.
Desde Bruselas, el ministro griego de Economía, Evangelos Venizelos, afirmó que «tras una larga y dura negociación» se ha llegado «finalmente a un acuerdo con la »troika« para un nuevo, fuerte y confiable programa».
Compuesta por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Interncional (FMI), la «troika» exige a Grecia un nuevo conjunto de medidas de austeridad y recortes a cambio del rescate financiero.
«También tenemos un acuerdo con los acreedores privados sobre los parámetros básicos del PSI (la quita del 50 por ciento de la deuda equivalente a 100.000 millones de euros). Ahora necesitamos el apoyo político del eurogrupo para un paso final», señaló el ministro en un comunicado enviado por su ministerio a la prensa en Atenas.
Estos acuerdos son producto de negociaciones maratonianas con largas reuniones y constantes conversaciones telefónicas entre Papadimos, la CE, el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Ministerio de Finanzas, el Ministerio de Trabajo y los tres partidos que forman el gobierno de coalición.
Es que sin el consenso entre el Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK), el conservador Nueva Democracia (ND) y el ultraderechista LAOS, un acuerdo no se sostendría.
Pero las divisiones internas en el gobierno y los intereses particulares de cada facción, provocaron que algunos temas fuesen cerrados en falso.
El principal atañe las pensiones, pues el líder conservador, Antonis Samaras, se negaba a recortar los complementos de las jubilaciones, mientras que el líder socialista, Yorgos Papandreu, rechazaba recortes en el conjunto de las pensiones, pues ello afectaría a las rentas más bajas.
Tras anunciarse el acuerdo, el viceministro de trabajo, el socialista Yiannis Koutsoukos, anunció su dimisión en protesta contra las medidas pactadas, alegando que la «troika» ignoró los argumentos y las propuestas de su ministerio que advirtió del impacto negativo de las medidas.
Para salvar el acuerdo, la «troika» permitió que sea el gobierno griego quien decida a qué parte del presupuesto aplica un recorte por valor de 300 millones de euros, lo que se pretendía ahorrar con el tijeretazo a las pensiones.
El ministro portavoz del gobierno, Pantelis Kapsis, reconoció hoy que «resultaría tragicómico» que las negociaciones fracasasen por esos 300 millones cuando, si llegan a buen puerto, permitirán que Grecia borre de su libro de deudas unos 100.000 millones de euros a través del proceso de la quita.
A lo largo del día de hoy, varias fuentes gubernamentales dijeron que este último tema también fue cerrado, aunque entre los representantes europeos no había un convencimiento pleno.
El portavoz económico de la CE, Amadeu Altafaj, dijo que las discusiones «han avanzado mucho», pero algunos detalles «han podido quedar abiertos».
La parte cerrada del acuerdo incluye polémicas medidas sobre la reducción de los salarios y el gasto público, principalmente en el ya maltrecho sistema sanitario.
En el sector público se reducirán 15.000 empleos públicos en 2012 dentro de un plan para eliminar 150.000 empleos públicos hasta 2015.
El salario mínimo salario mínimo será reducido un 22% hasta los 585 euros mensuales brutos y para los jóvenes de menos de 25 años, un 32%, para quedar en 527 euros.
Nada más conocerse el acuerdo con la «troika», los principales sindicatos griegos convocaron una huelga general de 48 horas, que será la segunda del año y también de la semana, pues ya el martes hubo una, con amplio seguimiento.
«Este gobierno no tiene la legitimidad para tomar tales medidas.
Exigimos un cambio de política y del Gobierno de coalición que la impone. Es la hora del pueblo», afirmaron los dos sindicatos mayoritarios griegos, GSEE y ADEDY, en un comunicado conjunto.
Tanto los sindicatos como la patronal se oponen a los recortes salariales que han provocado un aumento sin precedentes del paro y la pobreza, así como una fuerte caída del consumo que ha llevado al cierre de más de 60.000 negocios.
Precisamente hoy el Instituto de Estadística Griego (ELSTAT) informó que el pasado noviembre el número de parados griegos superó por primera vez el millón, con una tasa del 20,9%.
Una de las medidas pactadas es que no habrá aumentos salariales, ni el sector privado ni el estatal, hasta que el paro no descienda por debajo del 10%.