
Los extrabajadores cobraron la indemnización fijada en el concurso
18 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Los obstáculos parecen superados y la cuenta atrás para que la planta de Clesa en Caldas de Reis (Pontevedra) vuelva a manos gallegas se acaba. La sociedad Agrupación Cooperativa Láctea S.L. (Acolact), que integran Feiraco y otras nueve cooperativas de la comunidad, ultima los trámites para cerrar la operación. Diversas fuentes sindicales y políticas consultadas ayer por La Voz indicaron que la escritura de compraventa de la factoría ubicada en Saiar se firmará hoy o mañana en Madrid. La opción del jueves era la que contaba con más posibilidades.
La entrada de un nuevo inversor en la factoría del grupo Nueva Rumasa es una noticia muy esperada por trabajadores y exempleados, pero también por el Ayuntamiento de Caldas, la Xunta y los sindicatos agrarios. De hecho, la crisis en la planta de Clesa estalló hace un año y medio cuando la falta de materias primas debido a los problemas de liquidez de la familia Ruiz-Mateos obligó a parar la producción. Era enero del 2011, si bien la plantilla, entonces formada por 160 trabajadores, llevaba muchos meses cobrando con retraso sus nóminas.
Diez millones
El coste global de la operación asciende a 10,2 millones de euros, de los que 2,45 corresponden a la unidad productiva (terrenos, planta, naves, instalaciones, maquinaria y la marca Clesa). Además de la aportación de las cooperativas, Acolact cuenta con financiación a través de XesGalicia y el Instituto Galego de Promoción Económica (Igape). La intención del nuevo inversor es iniciar la fabricación con treinta personas para ir incrementando de forma gradual la plantilla en función de las ventas. La demora en formalizar la operación afectó también a la marca Clesa, y recuperar el terreno perdido es una de las prioridades de Acolact.
Mientras las partes implicadas esperan a que se materialice por fin la compraventa, los exempleados de Clesa que se vieron afectados por el expediente de regulación de empleo (ERE) extintivo aplicado en diciembre acaban de cobrar la indemnización fijada por el titular del Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid, Francisco Javier Vaquer Martín, siguiendo la petición de la administración concursal. Según consta en un auto del 17 de noviembre, a los extrabajadores les corresponde una indemnización de 20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades, más otra complementaria de 1.300 euros para cada empleado. En su momento se justificó esta extinción colectiva de contratos por la concurrencia de causas económicas. A los afectados se les aplicaron las mismas condiciones que a los centros de Madrid, Leganés y Lerma.
El comité de empresa se mostró ayer cauto y prefirió no hacer valoraciones hasta que se materialice la ansiada compra. «Sabemos que hay movimientos y que parece que está todo solventado. Debería ser cuestión de horas, pero tenemos que seguir esperando y ser prudentes», comentó la presidenta del comité, Lola Ramos.