El presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, alertó ayer de que la UE está trazando un sendero muy complicado con la aplicación de una tasa sobre los ahorradores de Chipre y expresó su temor a que la falta de confianza en este pequeño país pueda propagarse a otros Estados.
«Me parece que Europa está emprendiendo caminos peligrosos. A veces pienso que el sentido común emigró a otros lugares», declaró a los medios lusos Cavaco Silva, que se encuentra en Roma para asistir hoy la entronización del papa Francisco.
Para el jefe de Estado luso, sin poder ejecutivo pero con capacidad de vetar leyes o convocar elecciones, los libros muestran que «cuando hay falta de confianza en un sistema bancario, no hay casi ningún país que escape», a ese efecto en alusión a que lo que sucede en Chipre podría acabar contaminando a otros Estados europeos.
Una medida inédita
Cavaco Silva, histórico dirigente del conservador Partido Social Demócrata (PSD), el mismo que el del actual primer ministro, Pedro Passos Coelho, deseó que «el sentido común» regrese a los líderes y recordó que la quita a los depósitos bancarios en Chipre a cambio de un rescate financiero internacional es inédita en la historia reciente europea.
El presidente de Portugal ha sido una de las principales voces que se han pronunciado contra las consecuencias de las medidas de austeridad impuestas por la troika en su país, que solicitó en mayo del 2011 un préstamo internacional de 78.000 millones de euros a la UE y al Fondo Monetario Internacional para evitar la bancarrota.