Las eólicas rechazan seguir en el concurso de la Xunta por la incertidumbre fiscal

Las empresas adjudicatarias del concurso eólico de la Xunta están comunicando verbalmente al director de Industria, Bernardo Tahoces, su negativa a recepcionar las autorizaciones para construir nuevos parques hasta que no se les garantice que quedarán exentas del pago del impuesto de transmisiones patrimoniales (ITP). El Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC), dependiente del Ministerio de Hacienda, ya ha resuelto, a raíz de varios recursos presentados por empresas del sector, que la Xunta no puede gravar los permisos para construir parques con el ITP y con el tributo de actos jurídicos documentados (AJD) al entender que son autorizaciones administrativas y no concesiones. El mismo criterio que defendió la Asociación Eólica de Galicia (EGA) en su denuncia.

Pero la Consellería de Facenda, al menos de momento, asegura que no ha recibido ninguna resolución del TEAC a ese respecto. «Aunque sabemos que no vamos a pagar ITP porque nos ampara Hacienda, ahora no vamos a aceptar la autorización de ningún parque porque no podemos desembolsar 40.000 euros por megavatio autorizado y pagar así, de golpe, un millón de euros», asegura una promotora eólica. A mediados del pasado año, el Gobierno gallego, pese a la parálisis del sector y su impacto en las industrias auxiliares, aseguraba que el nuevo concurso seguía su rumbo con normalidad y que, a finales del 2012 o comienzos del 2013, se empezarían a conceder las primeras autorizaciones de parques.

Este diario ha intentado sin éxito a lo largo de esta semana preguntar a Industria cuántas autorizaciones del nuevo concurso se habían concedido. Las empresas aseguran que, de momento, no hay ninguna. A mediados de febrero pasado, en una entrevista a La Voz, el conselleiro Francisco Conde afirmaba que ninguna de las adjudicatarias había renunciado a sus megavatios ni a sus planes industriales. Una afirmación que las propias compañías refrendan, pero en el plano formal. La realidad y, sobre todo, el futuro, dicen otra cosa. Y en esto no entra solo entra en liza la fiscalidad autonómica -las empresas también tienen recurrido el canon- y estatal sino el escenario a nivel de Estado, con una profunda recesión económica y el grifo del crédito cerrado y, sobre todo, con una reforma del sector energético que suprime las primas a las renovables y que ha puesto contra las cuerdas el concurso que impulsó Feijoo.

A todo esto se suma que la adjudicación de megavatios en Galicia está asociada al cumplimiento de unos planes industriales que muchas de las empresas beneficiarias del concurso ven imposible que se puedan desarrollar. «No va a haber dinero ni financiación para acometer esas cuantiosísimas inversiones», revelan fuentes empresariales.

Llegados a este punto, algunas empresas eólicas se empiezan a plantear si la Xunta no debería arbitrar algún mecanismo de desistimiento del concurso, como ya existe en Asturias, o incluso introducir algún cambio que acomode un proceso en punto muerto al nuevo escenario, radicalmente diferente al que había cuando se diseñó el concurso. Íñigo Muniozguren, secretario general de EGA, ha mantenido esta semana diversas reuniones con los grupos políticos en el Congreso para advertirles del grave riesgo que corre el sector con estas reformas.

Industria asegura que ninguna empresa renunció a la adjudicación

«Ninguna empresa ha renunciado a los megavatios adjudicados, es decir, el sector está interesado»

17-2-2013

Francisco Conde

«Desde el 2006 no se construye un parque nuevo y las perspectivas de cambio son nulas»

5-8-2012

Íñigo Muniozguren

Secretario de EGA

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